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Intensa actividad diplomática española

El presidente colombiano abogó por un firme reencuentro de Latinoamerica con España

Al hilo de la presencia del Príncipe y desde la amplia coincidencia política existente entre Belisario Betancur y Felipe González, el presidente de Colombia trazó, ante delegados de 28 naciones americanas. 18 de ellos ministros, lo que podrían ser las líneas maestras para el reencuentro de España y América en el concierto mundial. Pocas veces un gobernante español habrá escuchado en el extranjero un elogio de España tan encendido y una reivindicación tan calurosa del papel que puede jugar nuestro país.

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El mandatario colombiano reivindicó la raíz hispánica de la cultura iberoamericana (término que empleó en todo. su discurso), desacreditada durante un siglo tras la independencia y sustituida temporalmente por modas anglofrancesas.Se congratuló del reencuentro, entre España y América, que "hoy se afianza y multiplica". Destacó como impensables hace sólo unos años el hecho de una monarquía apoyada por socialistas y hasta por marxistas y la aclamación conjunta por parte de medio millón de colombianos a un príncipe Borbón y a un presidente socialista. Puso énfasis en la esperanza de alianzas sólidas y viables que abre para la comunidad de este continente la vocación iberoamericana de una España "próspera y activa" en el marco de la Comunidad Europea y en el diseño de las grandes líneas de la política internacional.

Metido ya de lleno en su fervor hispanista, el presidente colombiano dijo que "España es rampa para multiplicar nuestros lazos con Europa y, como aliada de Estados Unidos, podría jugar un papel inestimable en la búsqueda de una solución negociada y pacífica a la crisis centroamericana y caribeña".

La voz de España

"La voz de España", añadió, "es escuchada por todos, y con su acervo de experiencias históricas, como viejo y glorioso imperio cristiano y como una de las grandes naciones europeas que ha sufrido en carne viva los desgarramientos del siglo XX, esa España democrática podría inducir a los gobernantes de aquí y allá a la reflexión. La paz de Centroamérica y el Caribe, es preocupación medular y empeño inquebrantable de nuestras patrias, que en definitiva son una sola y misma patria".Tras su canto a España negó el presidente que estas naciones estén necesariamente sometidas a un cruel destino prometeico. Estos pueblos, dijo, buscan dominar el atraso y la pobreza, aunque se pretenda inscribir su intento en el contexto de una polarización ideológica artíficial. Apuntó que si se prosigue tozudamente en el mantenimiento a cualquier costo del orden socioeconó mico actual se auspiciaría un incendio en esta región americana que podría transmitirse a todo el continente, atizado por una grave enfermedad llamada subdesarrollo.

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En este sentido, abogó por la transformación de las estructuras que condenan al hambre y la miseria a tres cuartas partes de la humanidad.

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