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Los ministros de finanzas de la CEE proseguirán hoy sus esfuerzos para resolver la crisis

Los bancos centrales de los países comunitarios dejarán flotar libremente sus monedas cuando abran los mercados

Andrés Ortega

La crisis política en París, entre otros problemas, impidió ayer un acuerdo monetario en la maratónica reunión de los ministros de finanzas de la CEE. Los bancos centrales de los ocho países del Sistema Monetario Europeo (SME) no estarán hoy obligados a intervenir para defender sus paridades, que carecerán de cotización oficial. En otras palabras, estas divisas flotarán en las transacciones comerciales privadas. Los ministros de finanzas de la CEE no lograron ayer ponerse de acuerdo sobre el reajuste monetario. Suspendieron, por unanimidad, su sesión hasta hoy, lunes.

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Mejor dicho, según declaró una fuente comunitaria, el acuerdo técnico está preparado, con una revaluación del marco alemán (DM) y una devaluación de menor cuantía del franco francés (FF). Falta el acuerdo político, es decir, el que Francia considere poder adoptar una política económica deflacionista, de fomento de la inversión y no del consumo, reduciendo el déficit presupuestario y comercial exterior, y aceptar el principio de una devaluación, moderada, de su divisa. Bonn está dispuesto a pagar. Pero quiere dictar la política económica francesa. De no haber acuerdo, la CEE entraría en una de sus más graves crisis.Los ministros de Finanzas, que se separaron ayer tarde en Bruselas -el francés Jacques Delors salió escopetado hacia París para hablar con el presidente francés, François Mitterrand-, decidieron volver a reunirse hoy a las nueve de la mañana. Durante un día, el SME quedará en suspenso. Suerte que el mercado de Tokio, que suele abrir a la dos de la madrugada (hora de Madrid), permanecerá cerrado con ocasión de la Fiesta Nacional. La decisión no implica que los bancos centrales no puedan intervenir en el mercado privado, sino que no están obligados e ello para mantener los cambios fijos respecto a las monedas del SME (la libra esterlina y el dracma griego no entran en este sistema). La especulación puede demostrar a Francia la debilidad de su moneda. Para el presidente de la reunión, el ministro alemán Gerhard Stoltenberg, que la había convocado, el reajuste interno del SME tendrá pocas repercusiones respecto al dólar o al yen.

Confianza alemana

Stoltenberg -cuyo Gobierno está también en proceso de reajuste- se mostró confiado en que se llegaría a una solución antes del comienzo a las tres de la tarde de hoy en Bruselas de la cumbre comunitaria de Jefes de Estado y de Gobierno, que "tienen una serie de otras cuestiones que plantearse". De hecho, fue Delors el que, en sus primeras declaraciones, planteó el reajuste como una cuestión global de la CEE, hablando de los problemas de la agricultura, el mercado interior o las regiones menos favorecidas. Delors amenazó el sábado con sacar a Francia del SME si no se llegaba a un acuerdo.

Stoltenberg no quiso precisar los detalles de la última propuesta alemana, salvo para decir que la RFA "no debería revaluar por sí sola, pero hemos dado a entender que podríamos aceptar una situación asimétrica" en la que el DM revaluara en una mayor proporción que la devaluación del FF. El principio fundamental sigue basándose, según una de las delegaciones, en una separación de ambas monedas del orden del 7% al 9%, con cinco o seis puntos de revaluación para el DM y dos o tres puntos de devaluación para el FF. De acuerdo con esta versión, cabría la posibilidad de aumentar la banda de flotación de las monedas en el SME del 2,25% actual en ambos sentidos en torno al pivote de la Unidad de Cuenta Europea (ECU) a un 3% o 4%. Italia seguiría manteniendo su posición especial, con una banda de un 6%. Aunque este instrumento de solución vendría a diluir o a camuflar el SME, permitiría por lo menos salvarlo y quizá evitar la devaluación del franco bélgico-luxemburgués y de la corona danesa, cuyos Gobiernos insisten en este punto. En este esquema, el florín holandés subiría y la libra irlandesa bajaría.

Junto a esto, un tercer instrumento que se está barajando es el permitir a Francia un préstamo comunitario de 6.000 millones de ECU (732.000 millones de pesetas) para paliar sus problemas de déficit de la balanza comercial. El camino está, pues, despejado para un acuerdo. Los ministros consultaron ayer con sus respectivos Gobiernos. El escollo de los países más pequeños de la CEE no es manco. Pero la solución depende de que Francia endurezca su política. Y de eso se habló ayer en el palacio del Elíseo, residencia oficial del presidente francés, François Mitterrand.

Medidas de política económica

Preguntado sobre las medidas de política económica que acompañarían" al reajuste monetario, señaló Stoltenberg que "no hay propuestas para incluirlas en el resultado formal de esta negociación", precisando significativamente que "ésta es la cuestión que se nos plantea", ya haciendo un discurso sobre la obligación de una contribución colectiva que, "con el ligero relance de la economía que se divisa, llevaría a aumentar las exportaciones hacia la RFA". Francia es deficitaria en el comercio con la RFA.

Stoltenberg comentó que, en la reunión, las distintas delegaciones hablaron de "las distintas políticas de estabilización económica que estaban llevando a cabo o tenían la intención de aplicar", una clara referencia al caso francés. El pulso monetario, centrado en el eje París-Bonn supera pues el puro ámbito de los tipos de cambio, yendo al corazón de las políticas económicas. El propio Delors, al tomar la palabra por la mañana en la sesión plenaria, se refirió, según fuentes dignas de crédito, a una mayor tendencia en su Gobierno al rigor económico. Se trata, según un observador, de que el socialismo francés adopte la vía española.

La reunión de los ministros de Finanzas y gobernadores de bancos centrales de la CEE había comenzado el sábado a las cinco de la tarde, tras una sesión preparatoria del Comité Monetario de la Comunidad. Se suspendió a la 1.15 de ayer, para reanudarse a las nueve de la mañana. A las dos de la tarde "pareció imposible", según Stoltenberg, llegar a un compromiso, cuya necesidad se impone con urgencia". A las tres de la tarde se decidió suspender la sesión hasta hoy, en que, en cualquier caso, los ministros de finanzas tenían previsto tiempo ha un Consejo. "La situación justificaba consultas en las capitales, y no solamente por teléfono".

Fueron horas de intensas negociaciones, a veces en sesión plenaria, la mayor parte del tiempo en sesiones restringidas a los propios ministros o en confesionarios -lo que, en el vocabulario religioso-comunitario, significa las discusiones bilaterales de la Presidencia alemana con las diversas delegaciones, especialmente la francesa.

Hay prisas. La crisis que se venía larvando desde semanas atrás se aceleró tras las elecciones generales en la RFA y las municipales en Francia, el 6 de marzo. Y no se trata solamente de las monedas, sino también de los precios agricolas que hay que fijar antes de mayo. La cuestión plantea otro género de problemas discutidos estos días sobre los Montantes Compensatorios Monetarios que intervienen entre las monedas reales y las monedas verdes, y que Francia quiere desmantelar progresivamente, pues suponen una ventaja económica para la RFA al fijar unos precios agrícolas en ECU en su territorio superiores al resto de la CEE.

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