El Gobierno autónomo reconoce que cometió errores en la factoría de cría de langostinos
El consejero de Industria, José María Casanova, ha reconocido a este periódico que el Gobierno regional ha cometido "errores" en la gestión de la sociedad mixta Muracua, SA, a través de la que propicia la cría artificial de langostinos, a orillas del Mar Menor. No obstante, el representante de los intereses de la comunidad autónoma, que ha invertido veinticinco millones de pesetas en dicha explotación, considera que las supuestas irregularidades que la han llevado a la destitución del consejero delegado, José Antonio Hernández Salinas, "son habituales en la práctica empresarial".
Muracua está formada por la sociedad Iberacua, en la que participa una multinacional filipina, la comunidad autónoma murciana y la sociedad anónima Chaconsa.El consejero acusa a su ex hombre de confianza de provocar "un agujero económico" de cinco millones de pesetas, y no aportar, como estaba previsto, la tecnología del experimento. El Gobierno regional lleva gastados veinticinco millones de pesetas en el engorde de crías de langostinos, cuya primera cosecha en noviembre pasado, dio 150 kilogramos de este crustáceo, resultado considerado como no muy satisfactorio.
El pasado jueves se celebró, por otra parte, la junta extraordionaria de accionistas de Muracua, donde se prohibió la entrada a Hernández Salinas, por no haber depositado la sociedad Iberacua los veinte millones de pesetas que le correspondía desembolsar como parte del capital social de Muracua. Este desembolso se anunció, en un principio, que se realizaría en "tecnología", mediante un contrato por un total de cuarenta millones de pesetas, de manera que la comunidad autónoma debería pagar el resto de la diferencia mediante acciones de Muracua.
Actualmente la situación ha cambiado totalmente. El representante de la comunidad murciana pretende conseguir "directamente" la tecnología filipina, por lo que tiene ultimado un contrato con los representantes de Acuaphil, SA. Muracua reducirá el coste de la tecnología, según Casanova, hasta un 20%. Hernández Salinas, que rechaza todas las acusaciones, recusará las actuaciones de sus socios, en base a la ley de sociedades anónimas.
La iniciativa de fundar una granja de langostinos en Murcia, idea del presidente de la comunidad, Andrés Hernández Ros, ha sido criticada, desde un principio, por algunos sectores murcianos. En junio de 1982, el grupo, minoritario, de UCD en el ente preautonómico se opuso al proyecto por considerar que no existían garantías de la rentabilidad del mismo.
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