Un discurso histórico
Toda la Prensa de Europa occidental comentaba o editorializaba ayer sobre el discurso grave, histórico posiblemente -escandaloso para algunos-, pronuncíado el día anterior en el Bundestag alemán por el presidente francés, François Mitterrand. La seguridad europea, fundada en la solidaridad entre Europa occidental y Estados Unidos y en el equilibrio de fuerzas Este-Oeste, mediante la implantación de los misiles Pershing 2 para contrarrestar los SS-20 soviéticos, tramó la exposición de Mitterrand:
1. En plena campaña electoral alemana, Mitterrand se ha colocado del lado ole los democristianos, rechazando con más fuerza que nunca el pacifismo o neutralismo de los verdes y de los socialdemócratas, teóricamente sus colegas de la Internacional Socialista. Al afirmar la solidaridad con los norteamericanos y la necesidad de implantar los Pershing en la República Federal de Alemania, las relaciones francoalemanas se verán afectadas de una u otra manera.
2. Mitterrand, en nombre de Francia, la tercera potencia nuclear mundial, se expresó de manera inequívoca en términos aliancistas pocas horas después de la visita, a Bonn, de Andrei Gromiko, el ministro soviético de Exteriores.
3. La política interior francesa tampoco queda a salvo de la primera actuación de un presidente galo en el Bundestag. El partido comunista, prosoviético, participante en el Gobierno con cuatro ministros, continúa considerando a los alemanes como revanchistas, y a los norteamericanos, como un peligro real para la paz mundial.
4. La actitud dubitativa del Gobierno socialista español respecto a la Alianza Atlántica y sus tendencias pacifistas, cabe preguntarse si son conciliables con el mitterrandismo y con el proyecto de política internacional que definió en París recientemente.