Londres mantendrá un importante contingente militar en las Malvinas

Gran Bretaña tiene la intención de mantener una fuerte guarnición militar en las islas Malvinas, donde se encuentran ya destinados cerca de 4.000 hombres, siguiendo con la política de "fortalecer el archipiélago" anunciada por la primera ministra, Margaret Thatcher, ante la Cámara de los Comunes. Esta política se justifica también ante los informes facilitados por los servicios de espionaje norteamericanos, según los cuales Argentina podría lanzar una campaña de hostigamiento, con golpes de mano rápidos en diferentes puntos de las Malvinas.El antiguo ministro de Asuntos Exteriores lord Carrington, que dimitió a raíz del inicio de la guerra y que ha quedado absuelto en el informe Franks, declaró ayer que a corto término "el fortalecimiento" es necesario, pero que a largo sería conveniente lograr un nuevo tratado sobre el Antártico en el que las Málvinas (Faklands), con soberanía internacional, serían administradas por el Reino Unido.

Aunque el Gobierno argentino ha desmentido la campaña de hostigamiento -"todo es un invento para neutralizar los efectos del informe Franks"-, fuentes británicas afirmaron que "estudian, seriamente" los informes recibidos. Margaret Thatcher ha comunicado al Parlamento que Buenos Aires ha desplazado dos escuadrones de Mirage 3 y que las fuerzas británicas habían recibido la orden de alerta. "Argentina no ha aceptado el cese de hostilidades", afirmó la primera ministra, "y sigue abierta la posibilidad de futuros ataques. Espero que si se produjeran serán rechazados firmemente". Thatcher amenazó con "reexaminar" ella también la situación, aunque no entró en detalles.

Los Pliantoni de la Reales Fuerzas Aéreas habían aumentado ya su vigilancia ante el anuncio de una mayor actividad naval argentina en el Atlántico sur. Según la cadena de televisión norteamericana CBS, Buenos Aires está estableciendo bases militares en la Antártida para buscar una ruta por el Sur hasta las islas. Un corresponsal inglés que se encuentra en Port Stanley ha afirmado que en las últimas horas existe un enorme "ir y venir" en el aeropuerto de la capital.

El Gobierno británico envió el pasado miércoles a las Malvinas al subsecretario de Estado para las Fuerzas Armadas, Jerry Wiggin, aunque su viaje no fue anunciado. por motivos de seguridad. Wiggin inspecciona las instalaciones de los soldados británicos y sus "condiciones de trabajo" y prepara también el cementerio en el que serán enterrados los cuerpos de varios cientos de soldados argentinos que Buenos Aires no ha querido repatriar, pese a los repetidos llamamientos de Londres, tal vez para dejar en las Malvinas un testimonio dramático de su reivindicación.

El aumento de la tensión que parece registrarse en las últimas horas no ha impedido que el antiguo primer ministro laborista James Callaghan acusara de nuevo a Margaret Thatcher de "falta de profesionalismo" y de poca previsión durante la guerra de la primavera pasada. Este será probablemente el argumento básico que utilizará la oposición la semana próxima en la Cámara de los Comunes cuando se debata en profundidad el informe Franks.