Thatcher expone en el Parlamento las conclusiones del 'Informe Franks'

"Estimamos que no hay motivos que justifiquen una crítica o reproche al Gobierno actual por su actuación en la crisis de las Falklands". La primera ministra británica, Margaret Thatcher, leyó ayer ante la Cámara de los Comunes, en un tono entre combativo y satisfecho, la conclusión del Informe Franks, elaborado por seis personalidades independientes. Margaret Thatcher fue interrumpida en repetidas ocasiones por los gritos de protesta de los miembros de la oposición, que no han tenido ocasión de leer el documento en su conjunto, porque fue puesto a su disposición sólo minutos antes de que comenzara la sesión.Margaret Thatcher reconoció que el informe debía ser estudiado como un todo", pero se limitó a leer los párrafos en los que queda a salvo su propia responsabilidad y la de los miembros de su Gabinete. "La conclusión del informe es muy clara", señaló. En las dos preguntas cruciales que se formularon los investigadores -¿pudo preverse la crisis? y ¿pudo evitarse la guerra?- la absolución de la primera ministra es completa. "Creemos que el Gobierno no conoció la decisión argentina de invadir las islas y no sólo que no la conoció sino que no pudo conocerla y que no pudo preverla", dictamina el Informe Franks.

La comisión de seis hombres justos, que necesitó seis meses para realizar su informe, estima que aunque el Gobierno británico hubiera actuado más rápidamente de como lo hizo, la invasión argentina no hubiera podido ser evitada. Las críticas más duras se dirigen contra la Junta de Inteligencia, que depende del Ministerio de Asuntos Exteriores, y que fue "deniasiado, pasiva, sin saber responder rápidamente a una situación cambiante".

James Callaghan, antiguo primer ministro laborista, afirmó que desde su punto de vista la conclusión del informe era esta: "La señora Thatcher ha dado a este país una victoria militar de corto alcance y una retirada política y una vía muerta de larga duración". Margaret Thatcher, que había necesitado pedir al presidente de la Cámara que pusiera orden, contestó irritada: "Si queremos respetar los deseos de los habitantes de las Falklands, como creo que queremos, no tenemos otra opción ahora que fortalecer las islas".