Castro niega que Cuba actúe como intermediario en el envío de armas soviéticas a Centroamérica
El presidente cubano, Fidel Castro, negó rotundamente en la noche del sábado que su país sirva de intermediario en la exportación de armamento soviético a los países centroamericanos. En su discurso conmemorativo del 26º aniversario de la fundación de las Fuerzas Armadas Revolucionarias Cubanas, Castro aseguró que "si hemos enviado más tropas a Angola, es cumpliendo con nuestro deber", aunque previamente ni desmintió ni afirmó tal aumento del contingente.
El líder cubano dijo que las fuerzas internacionalistas cubanas cumplen con su deber en los países en que se encuentran y "no estarán ni un minuto más desde el momento en que ese país nos pida que regresemos".El tema fundamental de la alocución del presidente de Cuba fue la situación centroamericana. A tal respecto, Castro calificó de "idiotas" a quienes presentan el problema de esta región como un "problema Este-Oeste" y el resultado de la "intervención soviético-cubana".
Se trata, dijo Castro, "de la más ridícula mentira, absurda e increíble", lo que le dio pie para referirse a la Administración norteamericana como protagonista de una política "agresiva, fascista y sanguinaria" y responsable de Ias masacres" que se han cometido en esta zona americana y en otras partes del planeta.
Durante dos horas y media, Castro arremetió contra Estados Unidos y dejó claro que "Cuba no romperá nunca sus lazos" con la URSS, basados en "una amistad estrecha e invariable". La ayuda soviética es el basamento sobre el que se edificará el futuro reforzamiento militar cubano, según explicó Castro.
Sobre este último tema, el dirigente cubano explicó que su país había recibido de Moscú todo el contingente armamentístico previsto en el último plan quinquenal (1980-1985).
"Esto no significa", especificó, "que vayamos a renunciar a recibir otras armas si nos resultara necesario de aquí a 1985".
Castro aseguró en repetidas ocasiones a lo largo de su discurso que su país es un decidido partidario de la paz y de la distensión, y aclaró que "si ésta no había llegado a Centroamérica, es porque Estados Unidos se niega a ello".
El líder cubano mencionó la reciente visita a varios países latinoamericanos del presidente Ronald Reagan, utilizando términos de cinismo como "la gira del emperador" o del "rey mago", felicitando la altura e independencia" de los presidentes de Brasil y Colombia, que "no ocultaron" sus críticas al primer mandatario estadounidense. Para periodistas y diplomáticos no ha pasado inadvertida esta mención a dos países con los cuales Cuba no mantiene relaciones diplomáticas, desde 1963 con el primero y desde 1980 con Colombia. La referencia positiva de Castro a los casos colombiano y brasileño era el contraste con el resto de los países que recorrió Reagan, "a donde fue para dar órdenes", dijo. Así, en Costa Rica y Honduras, afirmó el presidente de Cuba, "el emperador negó hasta las limosnas que le pedían", y sólo compensó a los dirigentes de estos países "con su divina presencia".
Castro definió la política de "desestabilización" de EE UU en Nicaragua bajo la fórmula: "Poneos de rodillas o seréis destruidos".
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