La estabilización

( ... ) La devaluación de la peseta, primera medida del Gobierno socialista, responde a una cierta lógica de las cosas. La especulación que cercaba en los últimos tiempos a nuestra moneda empujaba con fuerza en la dirección devaluatoria. Cierto que frente a estas presiones cabía la postura de resistir a base de intervenciones del Banco de España en el mercado de cambios, pero esa intervención, prolongada en el tiempo, habría enflaquecido tal vez peligrosamente el colchón de nuestras reservas de divisas, para, a la postre, no conseguir reducir los movimientos especulativos. Se ha optado por no prolongar la espera y se ha ido a una devaluación moderada, pero probablemente suficiente para frenar durante meses las asechanzas de la especulación.El análisis de la medida quedaría, sin embargo, cojo si no se contemplara la otra y quizá más importante decisión adoptada por el superministro Boyer. Nos referimos al incremento en un punto del coeficiente de caja del sistema bancario. Esos 135.000 millones que se detraen del mercado, sumados al anuncio, en el discurso de investidura, de que las disponibilidades líquidas sólo crecerán en 1983 un 13%, proyectan graves sombras sobre el volumen de inversión disponible para hacer frente al reto del crecimiento económico que demanda la promesa socialista de creación de centenares de miles de puestos de trabajo.

No se ve claro, con estas medidas, de dónde va a salir el volumen de financiación necesario, salvo que se logre una rápida y milagrosa reducción del déficit público. Tarea ésta que, siendo urgente y necesaria, difícilmente puede producir frutos efectivos en un margen corto de tiempo.

Cosa, distinta sería el que estas primeras decisiones se inscribieran en un proyecto global que respondiera al innombrable concepto de estabilización. Pero ha sido el propi,o Boyer quien ha negado que vaya a haber medidas estabilizadoras complementarias a las ya anunciadas, al tiempo que insiste en mantener el poder adquisitivo de los salarios. De ser así, y dados los volúmenes de inversión de que se va a disponer, el objetivo del 2,5% de crecimiento para 1983 no queda claro cómo va a conseguirse. ( ... )

6 de diciembre