Los empresarios, preocupados por un posible aumento de la presión fiscal para financiar el déficit público

El presidente de la cúpula patronal española, Carlos Ferrer Salat, mantuvo ayer una reunión de trabajo de más de tres horas con el próximo presidente de Gobierno, Felipe González, y con el superministro económico, Miguel Boyer, en la que los dirigentes empresariales explicaron, página por página, el programa económico elaborado por la CEOE. La entrevista se ha realizado a petición de los empresarios, coincidiendo con la víspera de la sesión de investidura.

Las principales preocupaciones de los hombres de la CEOE se centran en evitar que las medidas económicas de Gobierno que apliquen los socialistas disminuyan la competitividad de las empresas, con especial preocupación en tres puntos muy concretos: que la financiación del déficit público del próximo ejercicio no se haga a través de una elevación de impuestos; que no se disminuyan las horas de trabajo y que la próxima negociación colectiva -tenga el carácter que tenga- se realice bajo el módulo de salario por hora trabajada; y que se controle adecuadamente el sector público. El contenido del programa económico empresarial hace especial incidencia, según ha podido saber este periódico, en los aspectos fiscales y laborales. Respecto al primero, la CEOE podría haber asumido una formulación cercana al programa de Alianza Popular en el sentido de pedir un "Iímite máximo global de la presión fiscal individual", tanto para personas físicas como jurídicas, por encima del cual se devuelva lo ingresado por exceso. En cuanto a las posiciones laborales, evidentemente se alejan antagónicamente lo que los mismos empresarios criticaron al programa electoral socialista: la sindicalización del país.En cualquier caso, patronal y partido en el Gobierno próximo, viven una auténtica luna de miel. Un empresario cualificado decía ayer "que las ocho horas de reunión que se han tenido con el PSOE desde el pasado 28 de octubre superan ya el diálogo mantenido en los últimos tiempos con UCD, desde que Abril Martorell dejó el Gobierno". De "altamente positiva, constructiva y esperanzadora" calificó Ferrer Salat la entrevista de ayer en la sede de la ejecutiva del PSOE con su secretario general y próximo presidente del Gobierno, Felipe González. Ferrer fue avisado el domingo en Barcelona de ella y acudió a Madrid para entregar el amplio documento de cincuenta folios en el que la gran patronal analiza los principales problemas de la economía española y las soluciones posibles para hacer frente a, los mismos.

La segunda entrevista

En la entrevista de ayer se ahondaron los puntos de vista analizados hace quince días, con "un documento que hemos analizado página por página, profundizando en cada tema y en cada problema, en un clima de receptividad por parte del PSOE y de diálogo constructivo", según Ferrer Salat. Un documento preparado en un escaso período de tiempo ("lo teníamos ya casi perfilado") y que la CEOE hará público en una semana o diez días."Puedo decir que estamos de acuerdo en los objetivos que debe alcanzar la economía española y que será acaso en la aplicación de medidas para lograr esos objetivos en donde puede haber diversidad de opiniones", añadió. "Es seguro que no vamos a coincidir en algunos puntos, pero, por lo menos, trataremos de conseguir entre todos que España vuelva a arrancar y que el problema del paro se alivie en el futuro".

Precisamente de las posibles soluciones a ese problema se habló extensamente en la entrevista. "Nosotros hemos planteado nuestra opinión sobre la forma en que debe afrontarse el paro para que España vuelva a crecer y aumentar su nivel de vida frenando, al mismo tiempo, el incremento del coste de vida que sufrimos. Nosotros coincidimos con el PSOE en que hay que crear puestos de trabajo. Su pretensión de crear 800.000 puestos nuevos es deseable. Ellos creen que se puede conseguir a base de que España crezca más y superemos el estancamiento. Para ello es necesario que se invierta más, que se exporte más, que haya más empresas competitivas y un sector público también competitivo".

"La CEOE piensa que hay que ir a un nuevo progreso basado en la estabilidad de precios y no en un crecimiento a la sudamericana. Hay demasiada reglamentación que dificulta enormemente la flexibilidad y la adaptación de las empresas que están viviendo en una permanente revolución técnica, económica, de demanda y costes a la que hay que adaptarse constantemente". Ferrer indicó que desde 1976 han desaparecido 47.000 empresas y 200.000 empresarios autónomos han cesado en su actividad.

Ferrer Salat manifestó su deseo de que la CEOE y el Gobierno socialista "puedan caminar juntos" para revitalizar la economía española, actitud que queda condicionada "a lo que Felipe González vaya a decir en su discurso de investidura -en el que nos gustaría se vieran reflejadas algunas de nuestras aspiraciones y preocupaciones-, o en la plasmación posterior en medidas de su programa económico". "De momento", precisó, "se ha establecido un diálogo constructivo, que es una base sólida y consistente para que luego nosotros podamos ayudar en la forma que sea". Reconoció Ferrer que, de cualquier forma, hay soluciones a los problemas económicos que no dependen exclusivamente del Gobierno y sí de la concertación a la que sean capaces de llegar los sindicatos y la patronal. "Su posición en este sentido es la de asumir, en líneas generales, los acuerdos que establezcamos".