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La 'mostra' de Valencia analiza la desaparición del cine neorrealista

Lino Micciché, profesor de la Universidad de Siena y director de la Mostra del Nuovo Cinema de Pesaro, uno de los más importantes estudiosos del neorrealismo italiano, opina que el que este movimiento pasase, a principios de los 50, a la producción cinematográfica industrial fue una de las causas de su desaparición, y no sólo la animadversión de la Administración democristiana en Italia.

Micciché ha presentado en Valencia el primer tomo de un libro que, bajo el título Introducción al neorrealismo italiano, ha editado la Mostra de Cinema del Mediterrani. Este tomo incluye la recopilación, realizada y prologada por Micciché, de una parte de los coloquios que se celebraron en 1974, en el festival de Pesaro, sobre el neorrealismo, y que marcaron el inicio de una reflexión que luego ha continuado sobre este movimiento. Los textos estaban editados en Italia.Según señala Lino Micciché, la organización de aquellas jornadas de reflexión obedecía "al intento de sacar el tema del neorrealismo de las nieblas de la mitología de unos y, de la aversión sin sentido de otros, pues comenzaba a aparecer, sobre todo entre los críticos jóvenes, una reacción ante el neorrealismo considerado como algo intocable".

El estudio del fenómeno iniciado en Pesaro supuso "empezar una revisión en términos materialistas, sin excesos de idealismo. Existía la idea extendida de que el neorrealismo fue la revolución en el cine, y la Democracia Cristiana lo mató y se acabó. Es cierto que el neorrealismo fue el momento más grande de la conciencia del cine italiano y no italiano, y también que el poder lo trató duramente. El asedio de la Democracia Cristiana era muy fuerte ante el pequeño ejército neorrealista, pero hay que tener en cuenta que se trataba de un ejército sin estrategia y en el que había muchos generales y pocos soldados".

Pero para Micciché la clave está en la integración de este movimiento en la industria del cine. "Cuando finalmente el neorrealismo llegó a producir filmes industriales, esa misma circunstancia acabó con él. Ello ocurrió a principios de los años cincuenta, con la nueva ley sobre el cine en Italia, que no defendió suficientemente la cinematografía propia de la invasión del producto extranjero. Defendía en cierto modo el mercado, pero no el cine, la calidad. A partir de entonces la industria cinematográfica capta los fantasmas del neorrealismo y los transforma en imágenes industriales, de tal forma que los pobres denunciados por el neorrealismo llegan a ser pobres pero bellos'".

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