La producción final agraria se podría recuperar durante el último trimestre de este año

La producción final agraria de este año se podría recuperar de forma importante si se cumplen las previsiones de cosecha formuladas para producciones como el olivo, la vid, el girasol, el algodón y la remolacha azucarera, que o bien han empezado a recogerse ya o están en trance de hacerlo, tras el desastre que ha supuesto la cosecha cerealista. Las previsiones más optimistas son para el girasol, del que se ha sembrado una gran superficie; el aceite de oliva, con una cosecha prevista que se aproxima a las 474.000 toneladas, y de vino, producto en el que se rondarán los 40 millones de hectolitros.

De acuerdo con los datos contenidos en los últimos avances de cosecha realizados por la Secretaría General Técnica del Ministerio de Agricultura, se espera que la producción de grano de girasol sea del orden de las 638.000 toneladas, equivalentes a unas 225.000 toneladas de aceite. Este año se ha disparado de forma notable la superficie dedicada a este cultivo, al pasar de 707.506 hectáreas del año pasado a 814.000 hectáreas. Con todo, el aumento más espectacular se ha dado en el grano, del que en la pasada campaña tan sólo se recogieron 297.700 toneladas.Actualmente ya está finalizada la recolección en Andalucía y en gran parte de Castilla-La Mancha. Según las organizaciones de agricultores de estas regiones, los rendimientos en general han sido buenos, aunque se han producido grandes oscilaciones entre comarcas. Tan sólo falta por recoger la cosecha en la cuenca del Duero, donde es previsible que se retrase algo tras estas últimas lluvias, que han humedecido la pipa.

Es ya habitual que la producción de aceite de girasol se destine íntegramente al mercado interior. Dado que en la campaña pasada la cosecha fue muy corta, hubo necesidad de importar pipa equivalente a 53.000 toneladas de aceite. Los cálculos oficiales esperan que aunque la campaña 1982-1983 es de mayor cuantía, se consuma a lo largo de ella el aceite producido sin necesidad de compras por parte de la Administración. Por otro lado, el mayor consumo de aceite de girasol incidirá de forma negativa en el del aceite de oliva.

Los olivos se recuperan

La última estimación de cosecha de aceite de oliva en la campaña 1982-1983 cifra la recolección en 474.000 toneladas de aceite, aunque todavía hay que esperar la evolución de las condiciones climatológicas de las próximas semanas, a que pueden variar sustancialmente esta cifra. La recolección empezará a finales del mes que viene, y los olivos se encuentran actualmente repletos de fruto, no descartándose que, en caso de persistir esta situación, se produzca algún problema de almacenamiento.Los árboles se han recuperado este año en parte de la sequía que padecieron durante todo el año 1981 y que mermó considerablemente la producción; sin embargo todavía se encuentran aquejados por la falta de riego interior que sufrieron, según han manifestado representantes de los olivareros.

Las existencias totales en poder de la Administración y del sector privado podrían oscilar, al inicio de campaña 1982-1983, alrededor de las 250.000 toneladas. Las de la Administración eran, a 15 de agosto, de 175.000 toneladas. Considerando que el consumo interior rondará las 350.000 toneladas y que se prevé una exportación no superior a las 50.000 toneladas, las existencias al final de la campaña próxima a comenzar se habrán incrementado considerablemente, con lo que se agravará el problema de la falta de salidas para esta producción.

La cosecha del año pasado se vio afectada gravemente por la sequía y las heladas, recogiéndose tan sólo 259.000 toneladas de aceite y 1.228.800 toneladas de aceituna de almazara.