Duras criticas a Washington y Moscú en la conferencia de la ONU sobre desarme

Las dos superpotencias han estado en el banquillo durante la primera semana de la sesión especial de la ONU sobre desarme, pues todos los oradores han subrayado la responsabilidad de la Unión Soviética y de Estados Unidos en la falta de verdaderas medidas para prevenir el peligro nuclear.

En el momento en que Nueva York se ha convertido en el centro de manifestaciones pacifistas nunca vistas desde la guerra de Vietnam, la Asamblea General de la ONU se ha transformado en un foro en el que los representantes de todos los países se han convertido en los abogados de la no proliferación nuclear esgrimiendo la amenaza de un holocausto.De la Comunidad Económica Europea a los países en desarrollo existe unanimidad sobre la necesidad de poner freno a la carrera de armamentos convencionales y nucleares.

Desde esta perspectiva, los jefes de Gobierno y los ministros de Asuntos Exteriores que han tomado la palabra en la apertura de esta segunda sesión especial, que se prolongará durante un mes, se han felicitado por la decisión de Washington y de Moscú de reanudar sus negociaciones sobre una reducción de sus fuerzas estratégicas.

El ministro francés de Relaciones Exteriores, Claude Cheysson, y el primer ministro japonés, Zenko Suzuki, han insistido sobre la necesidad de unir las negociaciones START sobre reducción de armas estratégicas a las que actualmente se desarrollan en Ginebra sobre los euromisiles, que deben obligatoriamente, según ellos, ir acompañadas de medidas mutuas de verificación.

Durante estos primeros días, también intervinieron los ministros de Asuntos Exteriores de la India y de China. El primero, Narasima Rao, ha propuesto un proyecto de convención sobre la prohibición de utilización o amenaza de recurso a las armas nucleares. El ministro chino, Huang Hua, ha manifestado que su país estaba dispuesto a unirse alas otras potencias para detener el desarrollo de las armas atómicas si Washington y Moscú ponen fin a su carrera nuclear y reducen sus arsenales a la mitad.

El presidente Ronald Reagan deberá responder a las. preocupaciones manifestadas por sus aliados de la OTAN proponiendo el próximo jueves a Moscú, desde la tribuna de la ONU, una serie de medidas de confianza, en especial en el terreno nuclear.

Reagan tiene la intención de completar sus recientes propuestas sobre una reducción de armamentos nucleares y convencionales con la modernización del teléfono rojo, la entrega de informaciones previas sobre pruebas nucleares y la posibilidad de invitar a oficiales soviéticos a visitar silos de misiles en Estados Unidos.

En el entorno del presidente Reagan se insiste en la necesidad de una reciprocidad por parte soviética. Los observadores hacen notar que desde su llegada a Nueva York para participar en esta sesión de la ONU, el ministro soviético de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, ha manifestado que su país está dispuesto a apoyar vigorosamente toda propuesta de "otro país" sobre medidas serias y eficaces de desarme.