Calidad y caridad

El filme Función de noche -del que aquí aparece un fotograma- obtuvo uno de los últimos premios especial calidad del Ministerio de Cultura. Ocho millones y medio de pesetas. La mitad para la productora. La otra mitad para repartir entre el equipo técnico y artístico. La dispersión es absoluta. 4.250.000 pesetas han sido divididas en 69 partes. La tres mayores son de 290.000 pesetas. Las restantes en cantidades que oscilan desde 232.000 a 6.332, pasando por todas las decenas. Ni un solo problema de los receptores de este dinero va a ser resuelto por esta propina a su sueldo. Un dinero público se ha diluido en una rara especie de caridad privada, carente de toda incidencia social. Los premios a la calidad, de esta manera, ni resuelven los problemas de los profesionales, ni revierten sobre el cine, por lo que sólo se puede decir de ellos que son óbolos insignificantes, que crear algo crearían paro. Hay que premiar la calidad en el cine español. Pero hacerlo de tal manera que, primero, se haga con cantidades sensiblemente mayores y, segundo, de tal manera que generen no más paro, sino más películas.