El director de Bellas Artes, destituido, por teléfono, por Soledad Becerril
La ministra de Cultura no consideraba "satisfactoria" la labor del director general de Bellas Artes
El director general de Bellas Artes, Javier Tusell, que cumplió anteayer tres años en su cargo, fue destituido ayer de manera inesperada, y por teléfono, por la ministra de Cultura, Soledad Becerril en cuya decisión ha pesado, al parecer, su falta de entendimiento con este destacado miembro de su equipo. La ministra quiere crear según fuentes de su entorno, "un grupo de personas de su confianza", y considera que su relación con Tusell no reunía esas circunstancias. El cese será presentado al Consejo de Ministros de mañanaJavier Tusell, de 44 años, catedrático de Historia Contemporánea, recibió la noticia, por teléfono, cuando estaba ayer, a medio día, en el Ayuntamiento de Zaragoza. En la Diputación de esta provincia firmó un convenio de restauraciones de monumentos de la provincia y luego, en el Ayuntamiento, firmó otra acta para la restauración del palacio de la Aljafería, uno de los principales monumentos zaragozanos. Durante su estancia en el Ayuntamiento recibió una llamada de la ministra de Cultura. Según algunos testigos, el director general de Bellas Artes se quedó "absolutamente lívido". Tras conversar nuevamente con Soledad Becerril, Tusell manifestó a los presentes en el edificio municipal que debía regresar con urgencia a Madrid. El propio alcaide, el socialista Ramón Sainz de Baranda, le dejó su coche.El director general de Bellas Artes destituido había desarrollado una gran labor de promoción de las artes plásticas. La última exposición organizada por su dirección general, que fue fundamental en la tarea de recuperación del Guernica, de Picasso, fue la del creador italiano Lucio Fontana, inaugurada ayer en Madrid.
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La destitución de Javier Tusell será presentada por Soledad Becerril en el Consejo de Ministros de mañana
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La ministra de Cultura presentará mañana al Consejo de Ministros, para su aprobación, la destitución de Javier Tusell como director general de Bellas Artes. Soledad Becerril comunicó ayer por teléfono esta decisión al interesado. Aunque directamente Soledad Becerril no ha explicado las razones de esta fulminante e inesperada destitución, fuentes cercanas a su gabinete señalaron que la labor de Tusell al frente de la Dirección General de Bellas no satisfacía a la ministra, quien hubiera querido ver una mayor dedicación a la resolución de los problemas de las bibliotecas oficiales y las restauraciones, entre otras cosas. Negaron estas fuentes que la ministra actuara, en la ejecución del cese, por "celos profesionales" derivados del creciente protagonismo del director general.
Javier Tusell, que llegó ayer tarde de de Zaragoza después de firmar unos convenios sobre restauraciones, se reunió anoche con amigos suyos, pertenecientes a su partido, Unión de Centro Democrático, y prefirió no hacer declaraciones sobre las razones que esgrime la ministra de Cultura para haber dispuesto su cese. Tusell se limitó a decir á este periódico: "El nombramiento y el cese de los directores generales los hace el Consejo de Ministros".
El cese se produjo de forma inesperada, cuando el director general resolvía temas que competen a su dirección general -cuyo nombre completo es Dirección General de Bellas Artes, Archivos y Bibliotecas-, en Zaragoza, veinticuatro horas después de que él y la propia ministra inauguraran en el Palacio de Velázquez del Retiro la última exposición preparada por Tusell: la del vanguardista italiano Lucio Fontana. Testigos de este último acto señalaron ayer que el retraso de la ministra en acudir a esta ocasión oficial produjo una cierta tensión entre ella y Tusell.
Fuentes del Gabinete de la ministra declararon ayer a este periódico que las razones por las que se efectúa "este necesario relevo" no hay que buscarlas en los "celos profesionales" que puede sentir la ministra ante el protagonismo que Tusell mantiene desde hace tres años en la organización de las artes plásticas, a nivel oficial, en España, sino "al deseo de Soledad Becerril de poner en manos de alguien de su confianza este cargo tan importante, cuyo presupuesto llega a los 6.000 millones de pesetas". Consideran estas fuentes ministeriales que "la Dirección General de Bellas Artes se había convertido en una comisaría de exposiciones, y no había atendido ni a las bibliotecas ni a las restauraciones".
Javier Tusell, que, entre otras cosas, visitó ayer en Zaragoza, los terrenos en los que va a estar la biblioteca estatal en aquella ciudad, no quiso hacer comentarios a estas apreciaciones cercanas a la ministra, y reiteró su deseo de dejar para más adelante su consideración global de esta decisión de Soledad Becerril, quien, por otra par te, llevaba al menos dos meses madurando la necesidad de este relevo. Fuentes del gabinete de la ministra explicaron que la determinación se había tomado ayer mientras el director general estaba de viaje, porque la propia Soledad Becerril debía dejar dispuesto el cese para el Consejo de Ministros de mañana.Entre los nombres que se barajan para nuevo director general de Bellas Artes figura el de Alfredo Pérez de Armiñán, que ocupa actualmente el cargo de secretario general técnico de Cultura.
Babelia
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