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Llamamientos para que la paz reine en el Atlántico sur

Margaret Thatcher advierte que el tiempo se agota

Andrés Ortega

La recuperación británica de las Georgias del Sur ha comenzado a sembrar dudas entre la oposición laborista sobre una salida diplomática a la crisis de las Malvinas, iniciada el pasado 3 de abril. Aunque la primera ministra, Margaret Thatcher, insistiera ayer en la "urgente necesidad de acelerar las negociaciones", el líder laborista Michael Foot aludió a la ansiedad que había hecho presa en el país, y señaló que Io que es legal no es necesariamente prudente". Thatcher se levantó ayer en la Cámara de los Comunes para hacer una declaración sobre la situación, entre vítores de los diputados conservadores. La totalidad de los miembros de la. Cámara se mostró unánime en alabanzas a los infantes de marina. La primera ministra hizo hincapié en que "se está agotando el tiempo", a medida que se acerca el destacamento naval británico a las Malvinas. Al mismo tiempo, Margaret Thatcher declaró ayer en una entrevista concedida a la cadena de televisión BBC que el Reino Unido "no puede seguir negociando eternamente" una solución al conflicto de las Malvinas. "Si el ministro de Asuntos Exteriores argentino, en su reunión con Haig, aceptara retirar sus tropas de las islas, nuestra fuerza naval también se retiraría. Esto salvaría la cara de los argentinos", agregó. Sobre la posibilidad de una próxima acción militar británica, la primera ministra se negó a discutir operaciones militares, e insistió en que "el invasor no debe triunfar en su agresión, o, de lo contrario, muchos territorios que están en disputa quedarían a merced de agresiones militares". Pasa a la pápina 3

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Gran Bretaña está con los dedos cruzados, aguardando la próxima evolución de los acontecimientos. Es el estado de ansiedad del que habló ayer Michael Foot. El líder laborista, y otros oradores, plantearon varias preguntas. ¿Cómo vamos a estar seguros de que la crisis no va a intensificarse? ¿Qué control político existe sobre las operaciones militares? ¿Por qué no acude Londres de nuevo a las Naciones Unidas si fracasa la mediación de Alexander Haig? Foot pidió un debate el jueves sobre estos temas, que ayer quedaron sin respuesta.

Una y otra vez, en su habitual estilo repetitivo, Margaret Thatcher se agarró en todas sus intervenciones a la resolución 50º del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, que había pedido el fin de las hostilidades, la retirada de las tropas argentinas y el comienzo de las negociaciones para resolver la crisis.

La recuperación de las Georgias del Sur fue una operación fácil, casi tanto como la invasión argentina de esta isla el 3 de abril. Un desembarco en las islas Malvinas, a 1.300 kilómetros, presenta un espectro de problemas militares y políticos de difícil solución.

Para negociar son necesarias dos partes

El verdadero problema es que para negociar son necesarias al menos dos partes. Como señalaba ayer el editorial de The Guardian, "cuando comienzan los tiros, éstos adquieren una inercia propia". Para algunos observadores, lo importante no es tanto la victoria como la manera en que se logra. El futuro de las islas Malvinas no está sólo en manos británicas, sino también argentinas, como comentaba ayer David Spanyer, antiguo corresponsal de The Times.

Para ver las intenciones británicas, es importante examinar qué ocurrirá en las Georgias del Sur. Según informaciones no confirmadas, las tropas que han desembarcado en la isla disponen de medios para construir una pista para aviones. También han logrado puertos y bahías al abrigo de un tiempo inclemente, y un prácticamente ilimitado aprovisionamiento de agua potable, fundamental en estas condiciones.

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