El Gobierno de Bonn se muestra escéptico

El Gobierno federal alemán acogió con escepticismo el anuncio del dirigente soviético Leónidas Breznev de que se ha parado el estacionamiento de cohetes de alcance medio SS-20 en el territorio europeo de la Unión Soviética. Con rapidez, el secretario de Estado, Kurt Beeker, portavoz del Gobierno federal, puntualizó que la URSS se rearmó unilateralmente con los SS-20 y ha alcanzado una superioridad contra la que Occidente no tiene nada equivalente.En su nota, Becker da cifras y asegura que, desde la visita de Breznev a Bonn en mayo de 1978, la Unión Soviética estacionó 250 cohetes SS-20, que, unidos a los cincuenta que ya tenía, hacen un total de trescientos. Como cada uno de los SS-20 puede transportar tres cabezas nucleares, esto supone un total de novecientas armas atómicas, de las que, según Becker, dos tercios apuntan hacia Europa occidental.

El portavoz del Gobierno habla de la movilidad y precisión de los SS-20 y que "por su largo alcance pueden llegar al territorio de Europa occidental aunque estén estacionados más allá de los Urales".

Becker asegura que ya en mayo de 1978, en la declaración conjunta de Bonn, Breznev habló de equilibrio aproximado, pero el canciller federal alemán, Helmut Schmidt, "ya entonces no aceptó esta afirmación". Ante el anuncio de Breznev, el portavoz duda de que sea un paso adecuado.

Becker insiste en la necesidad de conseguir resultados hasta el verano de 1983 y en una solución cero para ambas partes.