Informe sobre el presunto plagio del último Planeta

La novela galardonada con el Premio Planeta 1981, titulada Y Dios en la última playa contiene una cantidad apreciable de coincidencia intencionada con el original Comandos vascos publicado en 1980 por el Editorial Noguer, según un informe elaborado por el catedrático de Lengua Española de la Universidad de Barcelona, Ramón Cerdá Massó. Una demanda interpuesta por el autor de Comandos vascos, Manuel Villar Raso, contra Editorial Planeta y contra el ganador del último premio Planeta, Cristobal Zaragoza, se halla en tramitación ante el Juzgado de Primera Instancia número 8 de Barcelona, en reclamación contra el presunto plagio.

La mencionada demanda insta el procedimiento sumario sobre persecución de los derechos fundamentales de la persona entre los que la Constitución reconoce el derecho a la producción y creación literaria.

El autor de Comandos vascos solicita una sentencia declarativa de que Editorial Planeta y Cristóbal Zaragoza "han vulnerado el derecho a la producción y creación literaria". Villar reclamó al juzgado, asimismo, que se proceda provisionalmente al nombramiento de un administrador judicial para vigilar las ventas de la novela editada por Editorial Planeta.

Esta última solicitud ha sido denegada por el magistrado José Alvarez Martínez, acordándose, en cambio, el emplazamiento de los demandados para contestar a los hechos que se les imputan.

Similitudes

Las similitudes entre las novelas citadas se sitúan, en primer lugar, según el demandante, en relación al tema abordado por las narraciones. Los dos originales plantean un proceso de autorreflexión sobre la violencia, cuyo protagonista es un muchacho que, en idénticas circunstancias, llega a rechazar el crimen, decidiéndose, por último, a abandonar el comando. Las coincidencias -siempre según Villar- persisten en las estructuras de ambas novelas, desarrolladas en un mismo contexto familiar y afectivo.Finalmente, el autor de Comandos vascos afirma que "los personajes de la ganadora del Planeta revisten con exactitud los mismos caracteres que mi novela". Cita Villar, en este sentido, la igualdad en cuanto a la idealización expresada en las dos narraciones para las novias de los protagonistas, así como la similitud en la afectividad y lealtad personal que se atribuye a "la guerrillera compañera".

Según el catedrático Ramón Cerdá, "cuando en dos obras realistas se empequeñecen y concretan los entornos, aumentan las opciones del escritor, ofreciendo cada una de las obras menor grado de previsibilidad. En este caso", se añade, "no hay más remedio que entender que estas coincidencias cubren una parte muy significativa, por no decir casi completa del diseño argumental de ambas novelas".