Eutimio Martín: "Lo que conocemos como «Poeta en Nueva York» son en realidad dos libros"
Comienza la publicación en edición crítica de la obra poética de García Lorca
«Lo que conocemos como Poeta en Nueva York son en realidad dos libros: Poeta en Nueva York y Tierra y Luna, ha declarado el profesor Eutimio Martín, responsable de una polémica edición del último libro de Federico García Lorca, que acaba de publicar la Editorial Ariel. «Yo creo que, cuando asesinaron a Lorca, el poeta no había terminado el manuscrito definitivo de su o sus libros, que insisto en que, según toda la apoyatura documental, son dos, a mi modo de ver. Dos libros escritos íntegramente en Nueva York. Es una conclusión provisional hasta tanto el editor de su primera edición y depositario del original, José Bergamín, no dé a la luz el manuscrito».
Con este primer tomo de la edición crítica de la poesía de Lorca se abre el proyecto de publicación de su totalidad. Un proyecto que comenzara en manos de su propio hermano, Francisco García Lorca, que continuó a su muerte la recientemente fallecida Laura de los Ríos y que parece que ahora tiene su realización a la sombra de la Editorial Ariel, y bajo la dirección de la especialista en Lorca, Marie Laffranque. Según fuentes muy cercanas a los profesores implicados el proyecto, no sólo costoso, sino también difícil, por la circunstancias que rodean la personalidad y hasta el mito de Lorca, se ha visto detenido algunas veces por la disparidad de criterios entre los lorquistas, por ciertas formas de competencia y por desacuerdos con la misma familia de Lorca.El proyecto de edición crítica de la poesía lorquiana responde, según el preliminar de la directora de la obra, Marie Laffranque, al propósito de conseguir «la más fiel transmisión del texto de Lorca en las etapas sucesivas de su elaboración y para el mayor número posible de lectores ». Se encargarán de la edición de sus libros especialistas tan conocidos como André Belamich, lan Gibson, la propia Marie Laffranque y Mario Hernández, además de Eutimio Martín, que se ha encargado del que abre la colección lan Gibson prepara, a su vez, una biografía de Lorca.
Respecto a los problemas planteados para fijar el texto de Poeta en Nueva York, el profesor Eutimio Martín dice: «Cuando se ha querido estudiar este libro, que creo que, es fundamental en la poesía moderna española, ha aparecido un problema verdaderamente excepcional: lo normal es acudir a la primera edición, pero esta vez no hay ninguna primera edición, o más bien hay dos. Como se sabe, José Bergamín editó con sus libros de El árbol, en la Editorial Séneca, de México, la edición príncipe en 1940. Sólo que, procedente del propio Bergamín, aparecía en Nueva York, tal vez un mes antes, otra edición, esta vez bilingüe, del libro, traducido al inglés por Rolfe Humphries. Cotejados los textos en castellano, no son iguales, sino que presentan alguirias diferencias serias: no ha, el mismo número de poemas -en el libro americano hay un poema más-, los libros tienen distinta estructura -hay poemas cambiados de orden- y, por último, presentan variantes en algunos versos».
Sobre la valoracíón que hace el profesor Martín de Ias variantes entre estas dos primeras ediciones rigurosamente contemporáneas, dice: «El responsable de la edición americana no ha hecho sino reproducir, con una fidelidad casi maniática, lo que sale de manos de Bergamín. En cuanto a los cambios en las dos copias, yo me los explico por una mera cuestión de tiempo. El libro debe aparecer en Nueva York en una fecha muy concreta, seguramente en un lapso muy corto de tiempo, y Bergamín no tiene materialmente tiempo de revisar y ordenar los poemas que envía. Para la edición mexicana, en cambio, sí les da tiempo a preparar la versión definitiva. Desde luego,», continúa Eutimio Martín , «todos los poemas y todas sus variantes son del propio Lorca. Nadie ha pensado, y es rigurosamente impensable, que Bergamín haya suprimido por su propia mano un ápice, ni haya ejercido ningún tipo de censura de ninguna clase. Sólo sabemos que suprimió alguna dedicatoria de algunos versos por considerar indignos a los personajes a quienes se los dedicó Lorca. Pero los poemas mismos no los ha tocado. Simplemente, Lorca hacía correcciones y distintas versiones de los poemas antes de considerarlos terminados, y probablemente ese paquete de poemas que dejó en el despacho de Bergamín, para hacer alguna consulta, no era desde luego un libro terminado».
Pero en el intermedio, Lorca es asesinado. El propio Bergamín tendrá que salir al exilio y su secretaria será la que salve un libro que podría haberse perdido para siempre y se lo lleva, con todo lo que hay en su mesa de trabajo de Cruz y Raya, a París.
Babelia
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