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Ginebra: el laberinto del desarme

Las conversaciones de Ginebra sobre euromisiles (o, más exactamente, sobre todos los "sistemas de armamento de alcance medio") podrían convertirse en el punto de partida de un nuevo intento de transformar los acuerdos sobre control de armamento (los cuales nunca pudieron parar la carrera armamentista) en acuerdos de desarme.La reducción numérica de las armas estratégicas ha sido durante mucho tiempo la aspiración máxima de los consejeros militares del presidente Reagan: su crítica básica a los acuerdos SALT II se basaba en el hecho de que éstos permitían a los rusos demasiadas armas de este tipo. Pero la interdependencia entre los diversos grados de sistemas de armamento nuclear (estratégico, medio y táctico) es tal que no es posible conseguir una auténtica reducción en esos grados sin un acuerdo similar en otros grados.

Puesto que el presidente Reagan desea realmente una reducción numérica de misiles estratégicos, como resultado de las próximas negociaciones SALT, podemos considerar seriamente su declarada intención de conseguir una "opción cero", o por lo menos un grado considerablemente inferior de armamento de alcance medio, en las negociaciones recién iniciadas de Ginebra.

Sin embargo, la interdependencia entre los diversos grados de armamento nuclear es tal que las conversaciones de Ginebra nunca tendrán éxito si se toman como una "maniobra independiente": esto fue claramente expresado por Eugene Rostow en su entrevista con The Times del martes pasado. Es más, las cosas son incluso más complicadas de lo que él ha expresado: al ser intermedias, esas armas son fácilmente sustituibles con armamento de menor alcance (los llamados misiles tácticos) y con armamento estratégico.

Eso puede significar que ni las negociaciones de Ginebra sobre sistemas de armamento de alcance medio ni las futuras negociaciones sobre limitación (principio) de armas estratégicas pueden tener éxito separadamente, y necesitarán una tercera negociación simultánea sobre armamento táctico y, naturalmente, sobre armamento convencional, dado que las armas tácticas son factores clave para un equilibrio de poderes en el nivel básico convencional.

La definición de los sistemas

Esto implica que estemos tanto a punto de ser testigos de unas negociaciones extraordinarias y sin precedentes a todos los niveles o que tan sólo veremos una serie de fracasos individuales. Y esto sería lo que más complacería a la Unión Soviética, dado que ha conseguido una gran mejora a todos los niveles.

Al considerar las posibilidades de éxito de las conversaciones de Ginebra, y los obstáculos principales para conseguir tal éxito, todos empiezan, con razón más que sobrada, señalando lo difícil que sería definir qué armamento va a ser incluido en las negociaciones ¿Qué sistemas serán considerado como parte esencial para el equilibrio de fuerzas nucleares en escena? Es indudable que serán los misiles de alcance medio; pero ha muchos otros sistemas, en su mayor parte aviones, que tienen capacidad nuclear dentro de la escena pero que al mismo tiempo son factores básicos en el equilibrio de fuerzas convencionales.

Además de esta dificultad inicial, hay, como ya hemos visto una multitud de problemas producidos por la necesaria interdependencia, entre los distintos grado de armamento y los diversos grados de negociaciones a iniciar. Finalmente, están también los problemas políticos, que pueden llegar a convertirse en el obstáculo más importante para el éxito de las negociaciones.

El caso es que existe una molesta desigualdad en la posición negociadora de ambos lados: Paul Nitze tratará de llegar a un acuerdo con Yuli Kvitsinsky, lo cual implicará cambiar hechos por intenciones. Los euromisiles soviéticos y están ahí, en tanto que la OTAN solamente puede pregonar su intención de adquirir un armamento similar. Pero Kvitsinsky puede esperar que el "movimiento pacifista" europeo haga el trabajo por él: la adquisición de tal armamento por la OTAN puede ser detenida sin que los rusos tengan necesidad de renunciar, a cambio, a ningún tipo de armamento.

Europa, el negociador ausente puede resultar el más importante. Cualquier triunfo del "movimiento pacifista" puede dificultar el trabajo de Nitze al destruir su credibilidad.

Pero si estas negociaciones fallan, el resultado será no solamente el de la permanencia del temible despliegue de los euromisiles soviéticos: todas las otras negociaciones, la propia idea de intentar conseguir en alguna medida un desarme real, fallarán, pues los norteamericanos tendrán que tratar de restablecer el equilibrio general de fuerzas, procurando ser los más fuertes a todos los niveles, en todo lo que puedan actuar independientemente de los europeos. Tal es la enorme responsabilidad que los bienintencionados "manifestantes por la paz" están echando sobre sus espaldas.

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