La Sociedad General de Autores puede hacerse cargo de la contratación de libros y cobro de derechos

La Sociedad General de Autores de España (SGAE) podrá ocuparse de la contratación de libros y cobro de derechos de los autores de literatura, si la oferta que sus representantes han hecho a la Asociación Colegial de Escritores termina en un acuerdo entre ambas asociaciones. La negociación de este tema, tan importante para los escritores9, dada la maquinaria de control que posee ya la SGAE y su presentación en asamblea general de la ACE, en el menor plazo posible, fue una de las. conclusiones más interesantes del congreso de Sigüenza, clausurado el pasado domingo.

Por parte de la SGAE, cuyo presidente, Federico Moreno Torroba, introdujo el tema de la nueva ley de Propiedad Intelectual de manera vital y agresiva desde el acto mismo de la inauguración del congreso, significa una revisión de sus posiciones desde que, en tiempos en que Fraga Iribarne era ministro de Información y Turismo, los escritores, capitaneados también por Angel María de Lera, intentaron integrarse en la SGAE infructuosamente, por la falta de interés, cuando no franca oposición, mostrada por la misma.Ciertas reticencias de algunos congresistas en este sentido, y en el de la finalidad de la propia ACE, fueron acalladas en el debate previo del tema, en el que se veía que la Asociación Colegial tiene otros fines, incluidos en la defensa de los derechos del escritor, y que concierne. a la libertad de expresión y a la mejora de su situación en todos los terrenos, además del laboral, un poco al margen de la gestión directa y el control de su economía.

En este sentido fueron algunas de las conclusiones del congreso, como la solidaridad expresa con el periodista Xavier Vinader, procesado por supuesto delito de pluma, la adhesión del congreso como tal colectivo a la concentración «por la paz, el desarme y la libertad», celebrada anteayer en Madrid -a la que los congresistas no pudieron acudir por estar reunidos en sesión de clausura-, la manifestación expresa de la necesidad de defender la democracia y la libertad de expresión, como marco de la creación literaria, y la ferviente solidaridad con los escritores exiliados y encarcelados, sea cual fuere el régimen político que les persigue, y con quienes resisten contra el poder y la censura en el interior de esos mismos países.

En otro orden de cosas, los escritores reunidos en Sigüenza concluyeron también proponer la puesta en marcha de ciertas reformas tributarias relacionadas con la inversión en el negocio editorial y la compra de libros; recabar mayor espacio para la crítica literaria en los medios de comunicación de masas y especialmente en RTVE, por cuyos recientes ceses y nombramientos mostraron su preocupación; el aumento de bibliotecas públicas y la creación de cátedras vivas de literatura en la universidad española; la creación de una casa de escritores en Madrid, la primera de una serie de ellas en el territorio español, y en lo que se refiere a la sección de autores de teatro, recientemente incorporada a la ACE, la exigencia de atención especial a la dramaturgia española y de estreno de las obras premiadas, especialmente los Lope de Vega.

Por fin, la Asociación Profesional de Traductores e Intérpretes (Apeti), estudiará con la ACE su integración en ella como sección autónoma.

Auténtica victoria

El congreso de escritores fue clausurado por el presidente de la ACE, Angel María de Lera, quien expresó su esperanza en el porvenir literario de los autores de este país, en lo que se refiere a sus intereses profesionales. La unión de los autores en la defensa de estos intereses ya comienza a apreciarse. Y esa actitud fue calificada por Lera como una auténtica victoria. Lera fue homenajeado, por otra parte, por su pueblo, Baides (Guadalajara), después de que terminara el congreso de Sigüenza.