La Unión Soviética no admite las "amenazas" le Estados Unidos

, La URSS no permitirá las amenazas de Estados Unidos y, aun que no pretende tomar la iniciativa en caso de guerra nuclear, posee la capacidad militar suficiente como para dar la respuesta adecuada. En estos términos se expresó ayer por la noche el mariscal Dimitri Ustinov, ministro de Defensa de la URSS v miembro del Politburó del Partido Comunista de la Unjón Soviética (PCUS), durante el discurso de conmemoración del 64º aniversario de la Revolución. Insistiendo en las tesis soviéticas a favor de la paz y la distensión, la intervención de Ustinov fue, en cualquier caso, especialmente dura con Estados Unidos. país del que puso en duda, en algún pasaje de su discurso, su voÍuntad negociadora. "Nuestro país no ha permitido ni permitirá que se dirijan a él en términos amenazantes v dictatoriales. Sólo el respeto a los principios de igualdad y seguridad recíproca puede dar una base real al diálogo fructífero", dijo. En su largo alegato contra la política estadounidense, Ustinov no olvidó mencionar la injerencia", de Washington en Afganistán, el resurgimiento del militarismo japonés, favorecido por los norteamericanos y su ayuda militar a China, así como su apoyo "a los regímenes tiránicos" de Chile y El Salvador.

Todo ello le sirvió al mariscal soviético para poner en duda los deseos de Estados Unidos de querer negociar con seriedad" el terna de los euromisiles. En el escenario del Palacio de Congresos del Kremlin -un inmenso teatro de diseño funcional construido dentro de las murallas del viejo castillo de Moscú durante la era Jruschov- estaba presente aver toda la plana mayor del régimen soviético, encabezada por el jefe del Estado y secretario general del PCUS, Breznev.

Entre los asistentes -que eran en su mayoria representantes bien seleccionados de los diversos estratos de la URSS- no se encontraban, una vez más, los embajadores de los países occidentales. El recinto estaba rodeado de grandes medidas de seguridad, y el tráfico peatonal fue cerrado en algunas zonas lindantes con el exterior de las murallas del Kremlin.

Como marca la tradición, el encargado de leer el discurso conmemorativo -en este caso, Ustinov- fue el único orador. El ministro de Defensa de la URSS negó nuevamente que su país pretenda agredir a Occidente, y calificó de calumnias las acusaciones hechas en este sentido por a actual Administración de Washington.

Un conflicto atómico sería suicida, y una guerra nuclear limitada, imposible, afirmó también, saliendo al paso, una vez más, de las tesis estadounidenses.

Los pasajes posiblemente más aplaudidos de la intervención de Ustinov hacían referencia a Polonia, país este que, según el ministro de Defensa soviético, "encontrará siempre el apoyo de los países hermanos". La URSS y los países sociallisas, añadió, "no pemitirán jamás que sean puestos en entredicho el estado actual creado desués de la segunda guerra mundial y el desarrollo"de Polonia para los próximos años". "Nadie duda", dijo también, "de la capacidad de los Estados socialistas para defender sus conquistas históricas".

Sólo un prolongado murmullo algunas sonrisas rompieron por nos segundos la disciplinada tención de los 5.000 asistentes. Ustinov tuvo un curioso lapso al firmar que, en breve, Breznev umplirá los setenta años, efeméride que fue celebrada en 1976.