Corales de todo el mundo participaron en el certamen, musical de Tolosa
El Certamen Internacional de Masas Corales de Tolosá, cuya decimotercera edición acaba de clausurarse, ha puesto de manifiesto la importancia que tiene en España la manifestación coral y la significación que en ese sentido tiene el festival tolosarra, que organiza el Centro de Iniciativas y Turismo (CIT) de la mencionada localidad guipuzcoana. Patrocinó el acontecimiento la Caja de Ahorros de San Sebastián.
El certamen tolosarra es una de las más importantes manifestaciones corales de Europa y en él confluye una serie de actividades tendentes a difundir y proyectar la música coral en sus muchas vertientes.Junto a la edición de un disco con lo más representativo del certamen de canción y polifonía vascas del año anterior, el CIT de Tolosa edita cuadernos de música con las obras premiadas en un paralelo concurso de composición vasca para masas corales.
Este año, las 100.000 pesetas del X Concurso de Composición; en su modalidad de folklore vasco; han sido para el compositor madrileño Miguel Angel Martín Lladó, que hace dos años había triunfado igualmente con su canción Agur. Se concedieron dos accésit en la modalidad de polifonía al compositor gallego Angel Barja, residente en León, y al aragonés Tomás Aragües, residente en San Sebastián. Uno y otro dirigen los conservatorios de música de las ciudades donde residen.
El Centro de Iniciativas y Turismo va publicando también las ponencias que, en torno al tema coral, se exponen todos los años en la sala capitular del Ayuntamiento. En la presente edición el pregón de apertura correspondió a Samuel Rubio, que habló sobre la relación entre las músicas corales folklórica y polifónica, tema de gran interés en Tolosa, pues allí se cultivan ambas modalidades y, a veces, resulta difícil deslindarlas.
Tomás Aragües expuso, en una ponencia, la necesidad de llegar a una mayor profesionalización de los directores de coro. José Antonio Arana Martija hizo historia de la dirección coral en el País Vasco y se refirió a los pasos adelante que suponen la creación de una cátedra de dirección coral y de orquesta en el Conservatorio de San Sebastián, y la contratación, por parte del Gobierno vasco, de la profesora Victoria Canale con el fin de conseguir una superior formación vocal y musical de las masas corales. Por su parte, José Ignacio Sarria, director de la Coral San Juan Bautista de Lejona, formuló su deseo de crear una comisión que ponga en marcha con urgencia una escuela de dirección coral capaz de cubrir las necesidades propias de un futuro más exigente.
La Coral Donosti Ereski, ganadora del certamen
Con el entusiasmo popular y la multitudinaria asistencia de años anteriores (también acudió el lendakari Garaikoetxea) se celebró el VI Certamen de Canción Vasca para corales infantiles y el XIII Certamen de Canción y Polifonía Vascas, con intervención de más de una veintena de masas corales, procedentes de diversos puntos de España, Francia República Federal de Alemania Hungría, Yugoslavia y Polonia.El triunfador en la combina ción más completa de voces mix tas, tanto en la modalidad de canción vasca y folklore como en la de polifonía, fue la Coral Donosti Ereski, de San Sebastián, dirigida por Miguel Amantegui. La coral donostiarra dejó constancia de su técnica y delicadeza expresiva en obras tan difíciles como Il coro delle malmaritate e Il coro del malanmogliati (1933), sobre Miguel Angel Buonaroti el joven, de Dallapíccola, o en ese hermoso ejemplo del estilo concitato monteverdiano titulado Zefiro torna.
En voces iguales, el primer premio fue obtenido, en ambas modalidades, por la Coral Bartok, de Miskolc (Hungría), dirigida por Janos Remenyi. Otros premios menores correspondieron a la Coral Eskifaia, de Fuenterrabía, dirigida por Javier Busto, y a las corales Kainmer Hausen (Alemania), Uniwersytetu Gdanskiego (Polonia), 66 Girls (Yugoslavia), Jeiki, de Leiza (Navarra), y Eresoinka, de Tolosa. Se concedieron también tres becas a otros tantos maestros españoles -Miguel Amantegui, Javier Busto y José Antonio Sainz Alfaro-, para ampliar estudios de dirección coral.
Como puede verse, es mucho ya lo que la música coral debe al CIT de Tolosa. Y, entre las realizaciones tangibles, ahí está la magnífica edición de la Opera Omnia, de Antón de Anchieta (Caja de Ahorros Provincial de Guipúzcoa), con un estudio técnico y estilístico, además de la transcripción de las piezas a cargo del citado musicólogo Samuel Rubio. Se trata de un libro nacido a impulsos del CIT a raíz de dos ponencias presentadas en Tolosa por Juan Ignacio Uría y Javier Bello acerca del que fuera maestro de capilla de los Reyes Católicos. Gracias a este libro, coros de diversos países han podido interpretar, como obra obligada, el hermoso motete de Anchieta, a cuatro voces mixtas, O bone Jesu, hasta ajora inédito, y cuya fuente única es El cancionero de Segovia.
Babelia
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