Alberti y Nuria Espert, invitados de honor del Festival de Teatro de Belgrado
La Opera de Pekín abría ayer, con su Estragos del mono en el cielo, el XV BITEF (Festival Internacional de Teatro de Belgrado), en el que este año actuarán diez compañías extranjeras y tres yugoslavas. Habrá una velada de Cantos y, arias de España, en la que Rafael Alberti recitará sus propios versos y Nuria Espert interpretará variaciones de los mismos, ambos como invitados de honor, sin participación oficial en el BITEF.Probablemente sea Nuria Espert una de las figuras más asiduas a esta manifestación artística en sus quince años de existencia. Nuria Espert y Alberti actuarán también en Ljubljana, a quinientos kilómetros al norte de Belgrado, cerca de Austria e Italia.
Son también platos fuertes de este BITEF, el teatro germano occidental Schaubuhne am Lehniner Platz, con su El enemigo de clase, dirigida por Peter Stein; el Schaupielhaus Bochum, con El reparador del mundo.. dirigida por Claus Peyman, y Los aviadores, a cargo de Farld Chopel y Ged Marlon, de París.
La sensación yugoslava viene dada por dos versiones teatrales de un mismo tema, la novela de Danilo Kis Una tumba para Boris Davidovich. Una, la Misa en la menor, que dirige el exuberante Ljubisa Ristich, y otra que constituye la versión teatral, a cargo del mismo autor de la novela, dirigida por Ljubica Georgievski. En la versión de Ljubisa Ristich, el viejo tema del revolucionario víctima de la revolución adquiere formas de retablo con profusión de imágenes.
La Misa en la menor se convierte en un ritual, un sacrificio de la época estalinista, pero se remonta del fenómeno comunista de los últimos decenios hacia las fuentes de su ideología, el anarquismo, el proudonismo y el leninismo.
Pero parece que su obra ha entristecido, al menos, a las autoridades culturales soviéticas, que este año no han enviado al BITEF nada de uno de los teatros más perfectos que a este festival suelen llegar. Sin protestar ni mediar palabra, los círculos teatrales de Belgrado aseguran que en Moscú estiman que la temática de Ristich-Kis-Georgievski es anticomunista y no sólo antiestalinista. El hecho es que este año, ni los rusos ni el teatro Rustaveli de la Georgia soviética, patria de Stalin, vendrán a su cita con el BITEF.
