El barco "Sirius" interrumpe su acción ecologista por avería

Una grave avería mecánica sufrida en los motores del buque ecologista Sirius obligó a la organización Green Peace a detener la expedición que se dirigía al cementerio nuclear del Atlántico para vigilar y obstaculizar los trabajos de hundimiento en el mar de las 6.800 toneladas de desechos radiactivos que transportan los cargueros holandeses Louise Smiths y Krinsten Smiths, en viaje desde Ijmuiden (Holanda) y Zeebrugge (Bélgica) desde hace una semana.

La operación se vio, por tanto, interrumpida en la madrugada de ayer, horas después de que uno de los motores del Sirius quedara fuera de servicio por ruptura de cigüeñal cuando navegaba a toda máquina, en seguimiento de los barcos que transportan los residuos al océano. La avería le obligó a dirigirse inmediatamente al puerto inglés de Plymouth, donde llegó en las primeras horas del sábado. En consecuencia, es casi seguro que la operación de Green Peace no pueda continuar. Los barcos que conducen los residuos, escoltados por la fragata holandesa Piet Heyn, llegarán a la zona de descarga, a 340 millas del cabo Finisterre, el lunes a mediodía, y sus tareas en el océano pueden prolongarse tres días, aproximadamente. Por el contrario, al Sirius le faltan aún cinco días por lo menos para arreglar su avería y desplazarse desde Plymouth a la zona oceánica que sirve de basurero atómico.

El capitán del Sirius, Erik Govers, lamentó el incidente sufrido por su barco díciendo que «lo que no han podido evi,tar hasta ahora ni las autoridades ni nadie, lo fue a conseguir el azar de una avería mecánica».

Una última noticia llegada a bordo del Sirius desde la oficina londinense de Green Peace devolvió la esperanza a la tripulación. Existe la posibilidad de que en pocas horas los ecologistas dispongan de un nuevo barco que sustituya al averiado: se trata de un buque que se está acondicionando a toda prisa en Amsterdam y que probablemente pueda recoger el lunes a los expedicionarios.

Finalmente, desde el Sirius se están haciendo gestiones radiotelefónícas para contactar con pesqueros españoles que faenen en las proximidades del cementerlo nuclear y conseguir de ellos información relativa al lugar en que se puedan encontrar los barcos Louise Smiths y Krinsten Smiths a través de las comunicaciones que dichos buques puedan facilitar llamando al indicativo del barco ecologista (PHNA).