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Tanto Calvo Sotelo como Franz J. Strauss se confiesan en Bayreuth poco entusiastas de la música de Wagner

El presidente español asiste al festival de la ópera en el Estado de Baviera

Con la presencia del presidente del Gobierno español, Leopoldo Calvo Sotelo, como invitado de honor, se inauguró ayer en Bayreuth el festival de Richard Wagner, con la representación de la ópera Tristán e Isolda, que dirigió Daniel Barenboim. Al lado de Calvo Sotelo y su esposa presidió la inauguración del festival el presidente de Baviera, Franz Josef Strauss. Calvo Sotelo llegó ayer en visita privada a la República Federal de Alemania acompañado del ministro de Asuntos Exteriores, José Pedro Pérez-Llorca. En declaraciones informales, tanto el presidente español como Strauss se han manifestado como poco entusiastas de Wagner.A la inauguración del festival de Bayreuth asistieron también los ministros federales alemanes de Asuntos Exteriores, Hans-Dietriech Genscher, del Interior, Gerhart Baum, y de Agricultura, Josef Ertl. Entre los invitados preeminentes estaban la begum Aga Khan, que no había vuelto a Bayreuth desde la escandalosa representación de El anillo de los nibelungos, el año del centenario del festival, en 1976. Calvo Sotelo no se manifestó como entusiasta de Wagner, pero dijo que nadie rechaza una oportunidad de asistir a un espectáculo como el festival de Bayreuth. La invitación al presidente del Gobierno español partió del ministro de Asuntos Exteriores de la RFA, Genscher, durante la visita de Calvo Sotelo el pasado mes de abril.

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Un escenario de tensiones y recuerdos

El presidente de Baviera, Strauss, declaró a EL PAIS que no es un fanático wagneriano, «no soy de los que viene y sigue todas las representaciones de El anilllo de los nibelungos. Me gusta Wagner, pero también Mozart y Verdi».

Strauss dijo que el festival de Bayreuth es uno de los puntos culminantes de la temporada cultural alemana y no está de acuerdo con los que identifican a Wagner con Hitler. Para Strauss, Wagner estaba más próximo al espíritu del rey Luis II de Baviera.

A la pregunta de cómo consiguió Wagner obtener ayudas de los reyes de Baviera y Prusia, Estados siempre rivales, Strauss respondió sonriente que «Wagner estaba interesado en sacar subvenciones, viniesen de donde viniesen».

En el descanso del primer acto de Tristán e Isolda, los invitados tomaron café con pasteles en el restaurante próximo al teatro donde se celebra el festival. Toques de fanfarria anunciaban el final de las pausas. Al presidente Calvo Sotelo le gustó la representación y comentó que había sido muy alabado el traje de su esposa. Los tres ministros liberales alemanes asistentes al festival destacaron que el vestido de la esposa del presidente del Gobierno era amarillo con algún tono azul, los colores del partido liberal

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