Lorenzo Carranza, premio Lope de Vega de Teatro

El dramaturgo Lorenzo F. Carranza, español exiliado en Perpignan (Francia), ha obtenido el Premio Lope de Vega de Teatro por su obra titulada Los despojos del invicto señor. El premio, concedido por el Ayuntamiento de Madrid, está dotado con medio millón de pesetas y además, según figura en las bases, debe ser representado en el teatro Español, de Madrid. El accésit, de 100.000 pesetas, correspondió a la obra de Angel García Pintado, de Madrid, titulada La sangre del tiempo.

La obra constituye, según explicó a Efe uno de los miembros del jurado, una crítica atemporal de los regímenes dictatoriales. Más concretamente, «la obra Los despojos del invicto señor es una amarga reflexión lírica sobre la insidia de un pueblo dominado y aniquilado por un autocrata no identificable por su carácter atemporal, cuya muerte se espera de forma includible».El jurado, compuesto por el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Madrid, Enrique Moral, que actuó como presidente; por Pablo Corbalán (Asociación de la Prensa de Madrid); Carlos Muñiz (Sociedad General de Autores Español es); Marcial Suárez (ganador de la anterior edición de este premio), y por, José Luis Alonso (director artístico del teatro Español), consideró, entre los mayores méritos de Lorenzo F. Carranza «el gran contenido poético de la obra así como el de constituir un canto a la cultura y en general al ansia del pueblo de saber y acceder al conocimiento a través de los libros».

Desde, su fundación en, 1932, el Premio Lope de Vega ha sido considerado como el galardón más importante concedido en el ámbito del teatro en España.

El primero de los premios lo obtuvo en 1932 Joaquin Dicenta, hijo, con la obra Leonor de Aquitania. La dotación del premio era entonces de 10.000 pesetas. De 1945 a 1947 no se convocó, y tampoco en 1951 y 1955. Ha sido declarado desierto en siete ocasiones, y al menos tres obras Premiadas no se han estrenado hasta ahora. Son las correspondientes a los últimos años del premio: El desguace, de Alfonso Vallejo (1977); Las bicicletas son para el verano, de Fernando Fernán-Gómez (1978), y Dios está lejos, de Marcial Suárez (1980). El dramaturgo José Martín Recuerda ganó el Lope de Vega en dos ocasiones: en 1958, con su obra El teatrito de don Ramón, y en 1976, con El engañao.

El finalista de la presente edición, Angel García Pintado, ha explicado que su obra La sangre del tiempo «es un conjunto de historias cortas con el denominador común de la violencia, la crueldad y la sangre, que plantea unos problemas muy actuales». Según su autor, esta obra, fuera de los esquemas convencionales de exposición, nudo y desenlace, «es muy fácil de representar, porque, entre otras cosas, ha sido escrita con una gran sinceridad, lo que, en principio, ya es un valor fundamental».

Angel García Pintado pertenece al consejo de redacción de la revista de teatro Pipirijaina y anteriormente, formó parte del equipo de redacción de Primer Acto. Como actor, participó en el grupo Tábano.