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Entrevista:

La electricidad solar será mucho más barata gracias a las siliconas amorfas

Neville F. Mott nació en 1905 y prácticamente toda su vida profesional se ha desarrollado en Cambridge, en el famoso laboratorio de física de Cavendish. En 1950 fue nombrado consejero de honor del CSIC, y en 1962 le fue otorgado el título de sir por sus trabajos científicos. Antes de su conferencia de ayer, EL PAIS tuvo la oportunidad de dialogar con el doctor Mott.Pregunta. Profesor Mott, ¿qué trabajo o trabajos concretos fueron premiados con el Nobel?

Respuesta. La tecnología del silicio es actualmente muy utilizada en la industria de los computadores y en numerosísimas técnicas modernas. Esta tecnología se basa en las propiedades de los semiconductores, y yo llevo investigando en el campo de los semiconductores desde que tenía treinta años, la mayor parte de mi vida, como puede usted ver. Hace doce años, por varias razones, me puse a estudiar muy especialmente las propiedades de los semiconductores que no son cristalinos, de materiales cuya estructura no es cristalina. Pienso que tuvimos mucha suerte en encontrar nuevas leyes físicas sobre la conducción en estos medios no cristalinos. Yo creo que fue nuestro éxito en esta nueva rama de investigación lo que dio lugar al Premio Nobel.

P. ¿No piensa usted que también pudo influir su dilatada vida al servicio de la ciencia, de la física en concreto?

R. Realmente, pienso que no. Los semiconductores no cristalinos, la silicona amorfa, permiten tecnologías muy novedosas, y han hecho avanzar en estos últimos años extraordinariamente a la industria espacial, la de los ordenadores, y sobre todo la obtención de energía solar. Es un campo muy amplio y todavía quedan muchas aplicaciones por explorar. Yo creo que el Nobel se debió exclusivamente a estas investigaciones en concreto.

He investigado todos los campos del estado sólido'

P. Desde sus primeras fórmulas de mecánica cuántica, que figuran en los libros de texto, hasta las siliconas amorfas, pasando por los semiconductores, la oxidación de metales, las emulsiones fotográficas.... ¿no es un terreno demasiado amplio de investigación?

R. Lo cierto es que todo está relacionado con la mecánica cuántica; la mecánica cuántica está en la base de todo lo que yo he investigado. De la teoría inicial se pasa a los experimentos; eso es lo que yo he hecho a lo largo de toda mi vida de investigador. A lo largo de mi carrera, ciertamente, creo que he llegado a investigar todos los campos que se refieren al estado sólido. De hecho, he aplicado los principios de la mecánica cuántica a la física de sólidos.

P. Usted ha trabajado también en problemas de semiconductores en las proximidades del cero absoluto, del cero Kelvin (-273,16 grados centígrados).

R. Sí, desde luego, pero ha sido por razones de tipo práctico. A muy bajas temperaturas, dispersas propiedades de los semiconductores aparecen más claramente, sin interferencias del movimiento de los electrones en materiales amorfos, que a temperaturas normales impiden estudiar correctamente la cuestión. Actualmente estoy realizando con un colega de Cambridge muy interesantes trabajos a baja temperatura; él es muy hábil haciendo experiencias y yo pongo la teoría matemática.

P. ¿Conoció usted a Albert Einstein?

R. No. Cuando hubiéramos podido coincidir, yo estaba en Cambridge. Sin embargo, la mecánica cuántica, que fue, y sigue siendo, la base de mis trabajos, le debe mucho a Einstein, por supuesto.

P. Usted es consejero de honor del CSIC. ¿Qué opinión le merece el Consejo y, en general, la ciencia española?

R. Pienso que la organización, por medio del CSIC, es correcta y puede servir para los fines encomendados.

P. Le hacía la pregunta porque Severo Ochoa, premio Nobel español de Medicina, ha hecho recientemente unas declaraciones en las que propone poner el CSIC bajo los auspicios de la Corona, reorganizándolo a fondo e insistiendo mayoritariamente en la investigación biológica.

R. Por lo que yo sé, por lo que la gente dice, parece que la Corona no tiene en España mucho poder, ¿no? Por lo que se refiere a la investigación, la verdad es que en un país como España, que no tiene petróleo y que tiene un grave problema de energía, la investliación debería orientarse de forma definitiva hacia la energía solar, que precisamente abunda en su país. Los países mediterráneos deberían establecer una cooperación en este campo y abarcar ambiciosos proyectos para obtener energía del sol. Yo creo que su CSIC deberia insistir más en este campo de la energía solar, desde luego.

P. ¿Cómo pueden ser utilizados sus estudios sobre siliconas amorfas para la obtención de energía solar?

R. De forma enorme. Las ventajas de las siliconas no cristalinas son muy grandes. Fundamentalmente, dos de ellas: por una parte, permiten aprovechar un espectro de luz mucho más amplio que otros semiconductores cristalinos, con lo que se puede aprovechar la simple luz diurna, aunque no haya sol, y, por otra parte, resultan muchísimo más baratas, ya que, como usted sabe, el gran problema de las células solares es su alto coste, que hace poco rentable la obtención directa de electricidad. Se puede pensar en cubrir superficies de kilómetros cuadrados con siliconas amorfas, y ello resultaría barato, mientras que hacerlo con materiales cristalinos resultaría prohibitivo.

'La energía solar me parece muy interesante en España'

P. ¿Otras aplicaciones prácticas de las siliconas amorfas?

R. Muchas, pero no tan sensacionales como la obtención de electricidad de origen solar, por ejemplo, en instrumentos de precisión, en determínados dispositivos de maquinaria electrónica (ordenadores, aparatos de medida, etcétera). También se pueden utilizar estos materiales para fabricar ciertos vidrios con múltiples aplicaciones, como, por ejemplo, la transmisión a distancía de señales eléctricas por cables de este tipo de vidrio, pudiéndose enviar muchas más señales y con mayor preclsl ón que mediante los medios de transmisión por cables metálicos actuales.

R. Resulta interesante que una personalidad científica como usted nos aconseje a los españoles que investiguemos más en energía solar. ¿Piensa usted que la crisis energética podría ser resuelta de esa forma?

R. La energía solar en España debe ser muy importante en el futuro, y hay que investigar mucho, sobre todo por lo que respecta a su acumulación. Y, por otra parte, no entraña los riesgos de otras energías, como la nuclear. Sí, el campo de la energía solar, quizá porque está íntimamente ligado a mis trabajos, me parece sumamente interesante, especialmente en España.

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