Un documento confidencial revela las manipulaciones publicitarias de los productos Nestlé
Un documento altamente confidencial de la multinacional helvética Nestlé, que dejó de serlo involuntariamente, por conductos que son motivo de investigación desde hace tres días en el interior de la empresa, resulta claramente revelador de las manipulaciones publicitarias y otras de Nestlé para mantener y aumentar los niveles de comercialización de sus productos en el mundo.
El documento, de cinco páginas, dividido en cuatro partes, compuestas por un total de dieciséis párrafos, tiene como destinatario a Arthur Furer, director general de la Nestlé, y fue elaborado por Ernest Saunders, uno de sus más cercanos colaboradores, después de una visita a Estados Unidos en agosto de 1980. El informe tiene el título de Boicoteo en Estados Unidos: conclusiones basadas sobre una visita a Estados Unidos. Saunders es, además, presidente del Consejo Internacional de Industrias de Alimentos Infantiles (ICIFI), creado en 1975 por iniciativa de Nestlé.La multinacional helvética, algunos de cuyos productos, especialmente los de nutrición infantil, y entre éstos la leche en polvo (Baby-Food), son motivo, desde hace algunos años, de una controvertida polémica, sobre su dudosa utilidad y métodos de comercialización, que afectaría principalmente a los lactantes del Tercer Mundo y a otros sectores de la población, ha sido denunciada por organizaciones que han lanzado insistentemente llamamientos al boicoteo de los productos Nestlé. La campaña para un boicoteo internacional tiene fuertes raíces en Estados Unidos, y los grupos denunciantes con mayores o menores pruebas, según los casos, acusan a la multinacional de subvencionar a médicos, nutricionistas, publicaciones periodísticas especializadas, seminarios etcétera, para influir en los consumidores a favor de estos productos, a partir de las infraestructuras. mismas del campo de la salud.
Imagen más positiva
En el informe confidencial de la Nestlé se hace figurar a la Organización Mundial de la Salud (OMS) y al Fondo Internacional de las Naciones Unidas para la Ayuda a la Infancia (Unicef) en el lado de los "malos, simpatizando con los sentimientos antimultinacionales, lo que es calificado de «desarrollo peligroso». La preocupación de los máximos ejecutivos de la Nestlé es evidente. En una de las conclusiones se dice que «es posible ganar la batalla en Estados Unidos, pero se podría perder la guerra cuando se trata de las presiones a los Gobiernos del Tercer Mundo y entidades médicas» de esos países.Para el autor del informe, está claro que «hay una necesidad urgente de desarrollar una operación de contrapropaganda, con una red de consultores apropiados en centros clave de nutrición infantil en países del Tercer Mundo, y lograr la publicación de artículos en la Prensa.
Entrando más en el detalle de la estrategia, Ernest Saunders propone al director general de la Nestlé usar portavoces con credibilidad en la opinión pública llegado el momento de hablar en favor de la compañía, y muy ligada a esta proposición aquella de que sean terceras partes las que refuten las campañas contra la Nestlé, pero cuidando de no dar mucha importancia implícita a las campañas de boicoteo para no ayudar a levantar las voces de éstas.
Evitar a los periodistas-investigadores
El autor del informe dice que hay que evitar a los periodistas- investigadores, que sólo buscan elaborar artículos sensacionalistas para desprestigiar la imagen de las multinacionales; pero, al mismo tiempo, advierte que hay que poner atención sobre los artículos que aparecen en las publicaciones económicas, analizando cuidadosamente el sentido que éstos puedan tomar.Sin embargo, lo más importante en favor de la Nestlé, según Saunders, y lo aprecia como un hecho ejemplar, es un artículo aparecido en Fortune, publicación sobre temas económicos y mullinacionales de Estalos Unidos, en junio de 1980, bajo el título de El espíritu de la nueva izquierda sobrevive en una coalición contra las empresas.
Su autor, Hermann Nickel, lanza duros ataques contra un departamento del Consejo Nazonal de las Iglesias Americanas, acusando a sus miembros de ser los activistas de las campañas de boicoteo. En el artículo se retoman los términos de la polémica sobre la leche en polvo, para terminar calificando de marxistas a los miembros de la iglesia.
Por su parte, el Washington Post, al hacerse eco del documento confidencial de la Nestlé. ha denunciado que el artículo de Nickel fue reproducido con dinero de la Nestlé en tiradas especiales, y que Nickel no trabaja solamente para Fortune, sino para otras instituciones alimentadas económicamente por Nestlé.
«No debe haber cambios, sino explotar a fondo nuestra actual línea», concluye Saunders, que también propone hacer una película de la Nestlé y de las bondades de sus productos.
La elaboración del informe confidencial, abundante en reflexiones, conclusiones y pautas tácticas y estratégicas a seguir, constituye indudablemente un aporte para los intereses de la Nestlé; pero quizá más oportuna aún ha sido la revelación de su contenido para los denunciantes de la conducta de la multinacional, dado que el próximo 28 de enero el consejo ejecutivo de la Nestlé tiene en su agenda el estudio de un proyecto de «Código intemacional de comercialización de los subtítulos de la leche materna», que deberá ser sometido a la asamblea mundial de la salud de la OMS en el próximo mes de mayo.
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