Libro de homenaje de Asturias a Claudio Sánchez Albornoz

La Caja de Ahorros de Asturias acaba de publicar un libro de homenaje a Claudio Sánchez Albornoz sobre los actos de entrega del título de «hijo adoptivo de Asturias», celebrado en diciembre de 1979 en Buenos Aires, donde reside el historiador, con la asistencia de representantes asturianos de la Diputación, la Universidad y el Ministerio de Cultura.

El libro incluye el acuerdo de la Corporación provincial que otorgó a Sánchez Albornoz el título de «hijo adoptivo de Asturias»; una crónica de los actos celebrados en Buenos Aires, con el texto de la conferencia pronunciada con tal motivo por Eloy Benito Ruano, catedrático de la Universidad ovetense; un trabajo histórico juvenil de Sánchez Albornoz, publicado originariamente en 1913 en el Diario de Avila, y una introducción de Carlos Seco Serrano, miembro de la Real Academia de la Historia.

En el acuerdo de la Diputación que declara a Sánchez Albornoz «hijo adoptivo de Asturias» se subraya su larga y meritoria dedicación al estudio de la historia asturiana, cuyo conocimiento se condensa en tres gruesos volúmenes editados hace varios años.

Último viaje

Con motivo de su último viaje a España, en mayo de 1976 -durante el cual visitó Asturias, y especial mente Covadonga-, la Universi dad de Oviedo invistió a Sánchez Albornoz como doctor honoris causa. «Europa», dijo en aquel acto, «debe a Asturias todo lo que es» Sánchez Albornoz expresó la siguiente opinión en la Prensa sobre don Pelayo en vísperas de ser nombrado «hijo adoptivo de Astu rias»: «La fortuna iba a hacer rápidamente de él, sin que el propio interesado tuviera nunca idea exacta, ni siquiera sospecha de la trascendencia enorme de sus actos. el caudillo de un pueblo, el fundador de una monarquía, el restaurador de la cristiandad, el paladín de la civilización europea frente a la religión y cultura islamitas y africanas. Las circunstancias lo quisieron así. Una vez más en la historia sucesos fortuitos, acontecimientos menudos, sin relieve, iban a pro ducir resultados gigantescos insospechados. Una vez más, figuras salidas de la nada iban a influir decisivamente en los destinos de un gran pueblo, iban a desviar la trayectoria histórica de una nación vencida».