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Presupuesto de la Seguridad Social para 1981

El presupuesto recoge sugerencias de la CEOE sobre modificación de cotizaciones

Tanto la Confederación Española de Organizaciones Empresariales como las centrales sindicales UGT y CC OO se han posicionado a lo largo del año, con motivo de su participación en las deliberaciones del anteproyecto, sobre el presupuesto de la Seguridad Social para 1981. Algunas de estas posiciones, coincidentes o encontradas entre empresarios y sindicalistas, han sido recogidas en alguna medida en el proyecto de presupuestos entregado por el Gobierno a las Cortes.Infravaloración de ingresos presupuestarios. Los sindicatos y la CEOE coincidieron en acusar a la Administración de infravalorar de forma deliberada los ingresos previstos para la Seguridad Social en el anteproyecto de presupuesto de 1981. El proyecto entregado hace unos días al Congreso corrige, aunque sólo en parte, esta infravalorización de los ingresos.

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Contención del crecimiento del presupuesto. Patronal y sindicatos, de acuerdo en muchas de sus críticas al anteproyecto de ingresos de la Seguridad Social, diferían, no obstante, en la presupuestación de los gastos. «Si el país se empobrece en términos reales, al disminuir también en términos reales el crecimiento del producto interior bruto (PIB), prácticamente entre el 0% y el 1% en 1980, parece difícilmente admisible», afirmaba la CEOE, «que un subsector público, como la Seguridad Social, crezca por encima de las previsiones de incremento del PIB, particularmente cuando su financiación básica son cuotas (90%), que constituyen un impuesto sobre el trabajo y además un factor negativo de empleo».

Los socialistas opinaban de forma contraria: «El presupuesto de 1981 presumibiemente va a significar menos del 11,3% del PlB, que fue lo fijado para 1980, mientras que la media en los países de la CEE se sitúa en el 23,8% de sus respectivos PIB».

La tasa de crecimiento real del proyecto de presupuesto de la Seguridad Social, junto con la modificación del tipo de cotización, parece estar más próxima a la tesis empresarial que a la sostenida por los socialistas.

Seguridad Social-sector privado. La CEOE consideraba básica la «no discriminación por parte de la Seguridad Social respecto al sector privado en la política de colaboración, suministros y conciertos, de forma que la única diferenciación nazca del planteamiento coste-eficacia».

El proyecto de presupuesto de la Seguridad Social triplica en relación con el anteproyecto las cotizaciones de accidentes de trabajo y enfermedades profesionales, lo que supone -según fuentes socialistas- «que las cotizaciones de las mutuas patronales van a subir de una forma espectacular. Es una muestra más de la política de UCD de reducir el sistema general de prestaciones y favorecer la privatización de la Seguridad Social». La incapacidad laboral transitoria, en la aplicación económica 191 (cuotas empleadores), queda fijada en el proyecto en 81.531 millones de pesetas (43,861 en el anteproyecto), y la de invalidez, muerte y supervivencia en 67.823 millones de pesetas (11.662 millones en el anteproyecto).

Aportación del Estado. «Que sea suficiente en 1981», preconizaba la CEOE, «de acuerdo con los niveles necesarios que permitan el cumplimiento del compromiso del programa económico del Gobierno para 1984 (20% de financiación estatal)».

La aportación estatal a la financiación de la Seguridad Social se ha fijado en el proyecto de presupuesto para 1981 en un 10,3%, lo que hace difícil -máxime cuando la presión fiscal ha crecido fuertemente y se ha situado en altos niveles- que en tres años pueda pasarse del 10,3% al 20%.

Cotizaciones-costes empresariales. La patronal reivindicaba la «neutralidad de las cotizaciones en la estructura de costes de las empresas según lo establecido en el programa económico del Gobierno».

Las últimas disposiciones y el proyecto de presupuesto han rebajado los costes. Las cuotas empresariales van a disminuir más que el aumento del coste de la vida, suponiendo que los incrementos salariales no rebasen la tasa de inflación.

Seguridad Social y cuadro macroeconómico. De cara a la elaboración del presupuesto de la Seguridad Social las fuerzas sociales -sindicatos y empresarios- insistieron en la necesidad de conocer las previsiones del Gobierno respecto del cuadro macroeconómico para 1981, y en particular el crecimiento previsto del índice de precios al consumo, magnitudes del sector público, gastos de personal, inversiones, etcétera.

La presentación a las Cortes el mismo día de los Presupuestos Generales del Estado y del Presupuesto de la Seguridad Social para 1981 significa que no han sido tenidas en cuenta estas solicitudes.

Cotizaciones. En concreto, la CEOE pedía que se redujera en un punto el tipo de cotización -se ha reducido en 1,2 (0,7 en agosto y 0,5 en el proyecto de presupuesto)- y que «el decreto de cotizaciones para 1981 eleve las bases máximas y mínimas en cuantía no superior al 11%, dado que la incidencia real de la expresada elevación será, sin duda, sensiblemente mayor». La elevación, según las previsiones, será del 10,8% sobre un aumento salarial del 12,5 %.

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