Mariano Roldan, premio internacional de poesía Ciudad de MeIilla

El poeta cordobés residente en Madrid Mariano Roldán. ha obtenido el Il Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla, dotado con medio millón de pesetas, que ha sido concedido a su libro Asamblea de máscaras. Dada su cuantía, excepcional para un premio poético, este es el concurso más importante de este género que existe en España. Su finalista fue el escritor Antonio Enrique, de Ubeda (Jaén), por su libro La ciudad de las cúpulas.

Llegaron a la final veinte libros manuscritos, seleccionados entre los 134 presentados al certamen. El triunfo de Mariano Roldán fue de tres votos contra dos. El jurado estuvo presidido por el último premio nacional de literatura de poesía, Leopoldo de Luis, y fueron vocales Dámaso Santos, Florencio Martínez Ruiz, Jacinto López Jorge y Alfonso Canales, este último ganador de este mismo premio el año pasado con su libro El puerto.

Nacido en Rute (Córdoba) en 1932, Mariano Roldán es licenciado en Derecho y periodista, y como poeta ha obtenido el premio Luis de Góngora en 1959, y el Adonais, de 1960, concedido a su libro Hombre nuevo. Con anterioridad había publicado Registro del mundo y dos sonetos (1953), Uno que pasaba (1957), Poemas para un amor (1959) y La realidad (1959). En 1960 publicó asimismo Memorial en tres tiempos (escrito en 1954), y después de cierto tiempo Ley del canto (1970) y la recopilación Poesía (1953-1973). Últimamente ha publicado también Elegías convencionales y Alerta, amantes.

La poesía de Mariano Roldán ha sido adscrita a la escuela andaluza; pero el propio escritor distingue dos tendencias dentro de esta escuela, a la que considera como «inflacionista» de un pretendido lenguaje andaluz: refiriéndose a Bécquer señalaba hace un año que «hay dos tipos bien diferenciados de escritores andaluces: el que se engalana con todas las vestiduras del lenguaje y logra su fin mediante el movimiento de la palabra; y otro tipo, el del lenguaje breve, conciso, sobrio, que va directamente al blanco».

Para Mariano Roldán, el propio Bécquer o Cernuda -o el mismo Juan Ramón Jiménez, habría que añadir- pertenecen a esta escuela andaluza de la sobriedad. En su primera época, el poeta cordobés realizó una obra de tipo tradicional, con utilización de los metros clásicos. De este libro premiado en Melilla declaraba el poeta cuando lo tenía en preparación bajo el título de Las máscaras que se trata de «una visión sobre la muerte, la vida y el tiempo..., los. temas eternos de cualquier poeta».

La palabra tiene en Mariano Roldán «una severa economía, un decir lacónico, una grave: hondura» -en frases de Guillermo Díaz Plaja-, de manera que se adscribe al segundo tipo de poesía andaluza ya citado, y en su juventud participó en los grupos poéticos más avanzados cordobeses, habiendo fundado y, dirigido la revista Alfoz.