_
_
_
_

La Junta boliviana utiliza al maximo dirigente obrero para frenar la resistencia al golpe militar

La incierta situación boliviana cobró ayer un giro sorprendente cuando el líder máximo de los. trabajadores de este país, Juan Lechín, compareció en la televisión al lado del ministro del, Interior, para pedir el fin de la resistencia contra el Gobierno golpista instaurado el 17 de julio.La intervención televisada de Lechín, que fue repetida una hora después, se producía al mismo tiempo que las dos emisoras mineras que permanecen en el aire -Pío XII y 21 de Diciembre- renovaban su llamamiento a la «lucha contra el fascismo». La emisora Pío XII afirmaba que en Llallagua, capital de la cuenca de Catavi, la más importante zona productora de estaño del país, cada calle y cada casa se habían convertido en una barricada contra el. avance de las tropas.

Más información
Periodistas extranjeros, amenazados por las autoridades militares
Ocupación de la Embajada de Bolivia en Madrid por estudiantes
El hijo de Juan Lechín admite la posibilidad de que su padre fuera drogado

Está por ver el efecto de la inesperada aparición de Lechín, en poder de los militares desde el día del golpe, sobre la huelga que se mantiene a rajatabla en las zonas obreras de La Paz. La víspera, la escasa actividad comercial de la mañana se convirtió por la tarde en un cierre total. La capital de Bolivia reanudó ayer las tareas comerciales y de servicios en el centro de la ciudad, pero las zonas fabriles permanecen paralizadas. En los barrios industriales periféricos, en los, que viven centenares de miles de trabajadores, el absentismo es total, pese a las reiteradas amenazas de despido difundidas por televisión.

Dos periodistas brasileños, Alessandor Porro, enviado especial de Veja, y Paulo Rocha, de Folha de Sao Paulo, han sido detenidos por el Ejército cuando comprobaban la situación en el barrio de El Alto.

Lechín, aparentemente en buen estado físico, afirmó que más adelante explicaría las razones de su decisión contraria al acuerdo de la Central Obrera Boliviana por el que se decretaba la huelga general v el bloqueo de caminos contra el Gobierno golpista del general García Meza. El líder obrero, cuya voz se alzara tantas veces llamando a la resistencia contra la dictadura, explicó ayer que «lo que más me interesa es la pacificación y la vida de los humildes y los pobres. No he recibido presiones físicas ni" morales», agregó el jefe de la COB, quien pidió que su hijo, uno de los ocupantes de la Embajada boliviana en París, fuera informado de que se encuentra vivo.

Durante el corto diálogo televisado, el ministro del Interior llamó, respetuosamente, «don Juanito» al líder obrero. Este se dirigió al coronel Luis Arce como «mi coronel». Arce, el hombre más duro del Gobierno militar, fue hasta hace poco el jefe del Departamento II del Ejército, lucha antisubversival y el cerebro de la intervención paramilitar que asaltó y arrasó la sede de la Central Obrera Bolivia na. Es público en La Paz que el trabajo más sucio de los primeros días ha sido realizado por delincuentes comunes puestos en libertad.

Pasa a página 3

Ambulancias de la Cruz Roja, ametralladas al socorrer a los heridos a la cuenca minera boliviana

Viene de primera páginaLas emisoras mineras hicieron anoche un llamamiento internacional para pedir respeto a la tarea de la Cruz Roja. Vehículos de esta organización humanitaria están siendo ametrallados cuando intentan socorrer a las víctimas de los enfrentamientos armados que se producen en Catavi y Huanuni. Pío XII emite dramáticas entrevistas con mujeres de mineros: «Estamos dispuestas a morir con nuestros hijos. No merece la pena que se queden huérfanos para mendigar por las calles». «A nuestros hermanos soldados les pedimos que no disparen contra sus hermanos mineros. No llevéis el luto al pueblo boliviano».

En La Paz prosiguen los tiroteos y las explosiones nocturnas y la búsqueda sistemática y detención de personas sospechosas de vinculación «extremistas». Ayer se formó un impenetrable cinturón militar alrededor del estadio de fútbol de la capital, en el que entran camiones del Ejército entoldados. Una versión extendida, que no ha podido ser verificada por este enviado especial, es que el estadio está utilizándose como prisión provisional. Los embajadores de la Comunidad Económica Europea en La Paz han visitado al ministro del Interior para expresarle su preocupación por la situación represiva existente. Dos nuevos religiosos españoles, salesanos, han sido detenidos por fuerzas militares.EL PAIS ha podido saber que la presidenta constitucional Lidia Gueiler fue maltratada físicamente antes de obtener refugio en la nunciatura apostólica. Lidia Guiler fue insultada y golpeada por sus captores en el palacio de Gobierno. La presidenta derrocada confirmó anoche que viajará en breve plazo a Francia, donde reside una de sus hijas.

El tono de las consignas gubernamentales crece en violencia y en retórica, a la vez que se extienden rumores sin posible confirmación sobre discrepancias en el seno de la cúpula militar y pasividad de algunos comandantes de unidades, disconformes con la conducción del proceso de consolidación golpista. Entre amenazas de cárcel para quienes no trabajen y recordatorios de que las tropas están autorizadas a disparar si se incumple el toque de queda, radio y televisión anuncian a los bolivianos que se ha puesto fin al «peligro rojo y al liberalismo trasnochado». A un sistema que desconoce (cita textual) que «el hombre es portador de valores eternos y la patria una unidad de destino en lo universal».

A la hora de enviar este despacho, siete de la tarde en España, llegan a La Paz informaciones sobre un cerco campesino, en Uncia, departamento minerero de Oruro, a uno de los regimientos que combaten a los mineros. Las informaciones hablan de deserciones de soldados y cerca de 10,000 labradores marchando en apoyo de las cuencas sitiadas.

Según despachos de agencia fechados en La Paz, ningún Gobierno ha reconocido aún a la junta militar boliviana.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_