Washington presiona para conseguir una salida negociada al conflicto surcoreano
Los acontecimientos violentos que actualmente enfrentan al Gobierno dictatorial de Corea del Sur con miembros de la oposición son seguidos con gran atención en Washington. El presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, reunió en la Casa Blanca al secretario de Estado, Edmund Muskie; al secretario de Defensa, Harold Brown, y a su consejero en temas de seguridad, Zbigniew Brzezinski, para definir una estrategia norteamericana en relación con Corea del Sur. En principio Washington aconseja que las autoridades de Seúl intenten limitar los actuales disturbios a la zona sur del país. Presiona para una solución negociada, que debería acompañarse con la liberación del líder de la oposición, Kim Dae Jung, cuya detención por parte del Gobierno militar que preside el general Chon dio origen a los violentos acontecimientos de estos últimos días en la zona de Kwangiu.
Un portavoz del Departamento de Estado centró el temor de Estados Unidos ante una escalada de violencia «que pudiera dar pretexto para la intervención de fuerzas exteriores». Clara alusión a Corea del Norte, cuyo potencial militar de 600.000 hombres se concentra últimamente en la zona fronteriza entre las dos Coreas. Por su parte, el Pentágono confirmó la vigilancia de las unidades del Ejército norteamericano estacionadas en Corea del Sur, cifradas en unos 39.000 hombres, que podrían «cooperar» con el Ejército de Corea del Sur en misiones destinadas a mantener el orden público. Varios aviones de la base norteamericana de Okinawa realizan operaciones en Corea del, Sur, por si fuera precisa su intervención.EE UU reaccionaría con dureza ante corea del Norte
Estados Unidos reaccionará «con dureza» si Corea del Norte «intenta explotar la situación», dijo Hoding Carter, portavoz del Departamento de Estado. Una advertencia destinada a mantener el actual estado entre los dos regímenes de Corea, península dividida desde la guerra en los años cincuenta.
Dos portaviones norteamericanos, Mar de Coral y Midway, se encuentran en el Extremo Oriente y podrían encaminarse hacia Corea del Sur en caso de que fueran allí necesarios, informó ayer en Washington un portavoz del Pentágono. Dos aviones-radar tipo Awacs han llegado a la base norteamericana de Kadena, en Okinawa, Japón, para vigilar las actividades militares de Corea del Norte.
A nivel diplomático la situación en Corea del Sur puede afectar la marcha de los contactos destinados a una negociación entre las dos Coreas, iniciada hace un año con el apoyo discreto de Estados Unidos. Sin embargo, la situación política internacional entre las dos grandes potencias, Estados Unidos y la URSS, enturbiada con la intervención del Ejército soviético en Afganistán, incide también en otras partes del globo. Corea del Norte y Vietnam son dos regímenes prosoviéticos, «sensibles» a la estrategia de Moscú, que no ve con buenos ojos el acercamiento entre Estados Unidos y la República Popular China.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.