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El INLE cederá competencias al sector privado

Ayer se celebró en toda España el Día del Libro con puestos de venta en la calle

La celebración ayer, en toda España, del Día del Libro ha coincidido este año con el anuncio de la reestructuración del Instituto Nacional del Libro (INLE), que dejará, a partir de ahora, de mantener competencias profesionales. Por otra parte, se ha publicado un informe sobre la producción editorial en el que se asegura que no ha aumentado durante 1979 el número de títulos con respecto al año anterior. El Día del Libro se celebró con especial interés, como ya es costumbre, en Barcelona.

Durante todo el día de ayer, en casi todas las capitales de provincia españolas, los libreros pusieron puestos de venta en las calles, vendieron los libros con un 10% de descuento y muchos de ellos regalaron a sus clientes el libro Las cien mejores poesías de la lengua castellanaLa reestructuración del INLE fue decidida el pasado día 22 por un grupo de representantes de la Administración y de otros sectores relacionados con el libro, entre los que se encontraban el ministro de Cultura, Ricardo de la Cierva; el director general del Libro, el director del INLE, los directores generales de Ordenación del Comercio y Exportación del Ministerio de Comercio y representantes de editores, libreros, distribuidores, industrias gráficas y escritores.

Según el acuerdo al que se ha llegado, las competencias, representación y gestión profesional que hasta ahora venía desempeñando el INLE en el mundo editorial, pasarán a ser desempeñadas libremente por las asociaciones profesionales del sector, integradas en forma de cámaras. Estos sectores profesionales se constituirán como interlocutores válidos de la Administración para todo el desarrollo de la política del libro. Según declaraciones oficiales «se trata con esta medida de que el Estado apoye de forma subsidiaria, pero efectiva, la iniciativa privada en todo el terreno cultural y muy especialmente en el complejo mundo del libro y sus sectores».

En la reunión aludida se llegó a un pleno acuerdo sobre los objetivos, métodos y plazos para la adecuación del INLE y la reordenación del sector, que será ultimado en posteriores conversaciones. Los ministerios implicados someterán en breve al Consejo de Ministros los correspondientes decretos de reestructuración. Tanto libreros como editores habían pedido repetidas veces la supresión o reestructuración del INLE.

Producción bibliográfica en 1979

En cuanto a la producción de títulos durante el año 1979, un informe del INLE, hecho público por Europa Press, señala que durante este año fueron editados 25.076 títulos. Esta cifra es ligeramente inferior a la de 1978, en el que dicho número se elevó a 25.121 títulos. Esta estabilización en el número de títulos es la primera desde 1975, ya que a partir de entonces se había producido una subida continuada.En lengua castellana se han publicado 23.357 títulos; en catalán, 1.321; en vasco, 223; y en gallego, 175. Las provincias con mayor producción editorial han sido Barcelona, con 10.454 títulos, seguida de Madrid, con 9.329. A mucha distancia quedan las demás provincias, entre las que destacan Vizcaya (957 títulos), Salamanca (498), Valencia (460), León (431), Navarra (323) y Guipúzcoa (227). Las provincias de menor producción son Terual (un título), Huelva y Huesca (tres), Soria (cuatro) y Avila, Segovia y Toledo, con cinco títulos.

Uno de los subsectores en los cuales se ha incrementado la producción editorial es el del libro infantil y juvenil. En 1979 se publicaron 3.625 libros de este carácter, frente a los 3.302 de 1978. Sin embargo, no se han alcanzado los 3.884 del año 1977.

Con motivo del Día del Libro, la editorial Espasa Calpe ha inaugurado en la Casa del Libro una exposición bibliográfica de más de 3.000 volúmenes de y sobre Cervantes, Madrid y madrileños ilustres. En esta muestra destacan varias ediciones especiales y prácticamente únicas o muy raras del Quijote.

Entre otros actos promovidos para este día destacó una conferencia sobre «La hora de Don Quijote», pronunciada en el Ateneo de Madrid por el escritor Ernesto Giménez Caballero, embajador de España. El señor Giménez Caballero inició su intervención con una alusión al momento integrador de la Reconquista hasta que, en 1588, la derrota de la Invencible determinó en el ánimo de Cervantes con la propia suya como combatiente imperial la desesperación de querer marcharse a América, refugio de los desesperados de España.

«El Quijote», dijo el conferenciante en otro momento de su intervención, «apareció como un best seller anunciando una nueva era que hoy llamaríamos de los derechos humanos, imposibles de defender con sus viejas armas medievales, aunque sí con la sublime locura de Amadís a lo ridículo, como le llamó Nicolás Antonio».

España soñó, según Giménez Caballero, en convertir varias veces Don Quijote en un nuevo Cid, sobre todo desde la derrota del 98 y el influjo de Nietzsche para un Cid o superhombre que motivó, entre otras aportaciones, la mística caudillal del Cid por Menéndez Pidal y la vertebración orteguiana de España, que culminaría en la victoria cidiana de 1939.

Después de analizar las posibles aplicaciones de un quijotismo a estos últimos años, el conferenciante dijo que «ahora es la hora de Don Quijote otra vez en España, mientras no suene», si es que aún puede sonar, «la del Cid, para desde él convertir esta espiritualidad, largamente acumulada, en un potente renacimiento».

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