Mújica Laínez: "El Gobierno argentino cometió errores en su etapa inicial"

«Gabriel García Márquez es un escritor sumamente imaginativo, cuya imaginación parece, sin embargo, haberlo desertado después de su gran libro, que yo admiro mucho», ha dicho a EL PAÍS el novelista argentino Manuel Mújica Láinez, respondiendo a la carta abierta que el escritor colombiano le dirigió ayer (véase EL PAÍS, 10-10), en la que García Márquez le reprochaba no intervenir en favor de los escritores argentinos Haroldo Conti y Rodolfo Walsh, víctimas de la represión del Gobierno de Videla.«En cuanto a lo que dice», sigue Mújica Laínez, «sobre las opiniones que yo he formulado, pienso que, puesto que él estuvo a ver al Rey, lo mismo que yo, debiera haber aprovechado esa oportunidad y el gran prestigio de que goza don Juan Carlos en Argentina para pedirle que interviniese en favor de Conti y de Walsh y que obtuviese los pasaportes que nosotros no pudimos obtener.»

«La sociedad argentina de escritores y otras entidades nuestras a las que pertenecemos formularon solicitudes en ese sentido, pero era obvio que el Gobierno veía en ellos a unos enemigos en momentos en que la guerrilla exigía un rigor muy grande. Indudablemente, como he dicho ya, el Gobierno ha cometido muchos errores en su etapa inicial a causa precisamente del encono peligroso de esa guerrilla. Lo que sí obtuvimos nosotros con la insistencia de nuestras firmas fue la liberación de Antonio di Benedetto, que era precisamente un caso de equivocación debida al confusionismo de esos atropellos iniciales.»

Por otra parte, antes de conocer el texto de la carta de García Márquez, Mújica Láinez manifestó a la agencia Efe desconocer el destino de Conti y Walsh. «El único escritor de prestigio», ha dicho, «que no está en Argentina es Cortázar, pero no vive allí desde hace muchísimos años, yo creo que veinte. Se fue a trabajar en la Unesco y luego se quedó en París.» El autor de Bomarzo admira los cuentos de Cortázar, no así sus novelas. Y declara que no tiene ningún compromiso con la sociedad. «Un escritor tiene que hacer muy bien su obra de artista, y lo único que me he propuesto es darle felicidad a quien me lea por medio de la belleza y, si es posible, de la ironía, y creo que con eso cumplo mi misión.»