Crédito extraordinario de novecientos millones para subvencionar la prensa

La Comisión de Presupuestos del Congreso dictaminó ayer favorablemente la concesión de un crédito extraordinario de novecientos millones de pesetas para subvencionar a las empresas periodísticas privadas y una proposición de ley socialista sobre reconocimiento de pensiones, asistencia médico-farmacéutica y asistencia social en favor de las viudas, hijos y demás familiares de los españoles fallecidos como consecuencia o con ocasión de la pasada guerra civil. Asimismo, la citada comisión aprobó seis créditos extraordinarios, por un importe total próximo a los 20.000 millones de pesetas.El crédito de novecientos millones para las empresas periodísticas tiene como destino la difusión durante el segundo, semestre de 1978, y sólo contó con la inicial oposición de los socialistas, quienes, ante la grave situación de las empresas periodísticas, retiraron su enmienda a la totalidad. Los socialistas de Cataluña retiraron también otra enmienda por la que proponían que, en lugar de dos pesetas por cada ejemplar vendido, la subvención fuera de una peseta por ejemplar, distribuyéndose el resto linealmente entre las empresas periodísticas y asociaciones de la prensa.

El centrista José Ramón Pin manifestó que, dada la diversidad de ventas, entre las empresas periodísticas no sería equitativo hacer una distribución lineal. En la votación del crédito los socialistas se abstuvieron y Enrique Barón explicó que esta actitud se debía a las graves reservas de su grupo sobre la forma electoralista en que se había presentado el crédito por el Gobierno.

La Comisión de Presupuestos aprobó seguidamente la proposición de ley socialista sobre ayudas a los familiares de los fallecidos en la guerra civil, en cuyo dictamen fue tenido en cuenta de forma especial la proposición de ley comunista de contenido análogo.

En relación con los seis créditos extraordinarios aprobados a continuación, los socialistas defendieron, por boca del diputado Néstor Padrón, una enmiende la totalidad destinada a satisfacer los gastos de las elecciones generales y locales, cuyo importe es de 5.936.900.000 pesetas. El señor Padrón denunció, entre otros gastos no suficientemente claros, que en el citado crédito figuraban cien millones para urnas y cuarenta para mesas electorales, que ya existían en el crédito para el referéndum. Razonó que no era normal que después de cada elección se rompieran las urnas utilizadas, de modo que no pudieran servir para la siguiente.