Entrega del Premio Internacional Europa Nostra al municipio de Covarrubias
El acto fue presidido por la reina doña Sofía
La reina doña Sofía presidió ayer en Covarrubias (Burgos) el acto de entrega del Premio Internacional que la Asociación Europa Nostra ha concedido a esa municipalidad como reconocimiento de sus méritos en la labor protectora del entorno histórico-artístico.La Reina, que según Europa Press llegó a Covarrubias a bordo de un helicóptero, a las once de la mañana, fue recibida a la entrada de la villa por las autoridades, que le hicieron entrega de un ramo de flores. El duque de Huéscar, presidente de Hispania Nostra, acompañó a la Reina en la detenida visita a la localidad, que terminó en la Colegiata, paseo que fue acompañado igualmente por un público abundante, llegado de toda la comarca.
Más tarde, tras haber agradecido a la Reina su presencia, tanto el presidente de Hispania Nostra como su vicepresidenta y representante de Europa Nostra en España, señora de Salas, doña Sofía hizo entrega del Premio Internacional al alcalde de Covarrubias, Víctor Vega, que agradeció, emocionado, tanto la deferencia de la Reina como el premio mismo en nombre de su municipio, el primero de los españoles a los que se ofrece esta distinción.
Por fin, todas las autoridades acompañaron a doña Sofía en su visita al sepulcro de la reina Cristina de Noruega, a la tumba de Fernán González, primer conde de Castilla, y al museo parroquial.
El infantado de Covarrubias
El infantado de Covarrubias, fundado en el año 978 por el conde Garci Fernández, para que sirviese de dote a su hija doña Urraca y, después de ella, a cuantos hijos y descendientes de los condes castellanos prefirieran permanecer solteros, recibe este premio cuando cumple el año 1001 de su existencia. Covarrubias, gobernada durante sesenta años por la legendaria doña Urraca, fue, durante todo el medievo, la capital de un amplio territorio eclesiástico que comprendía unos setenta pueblos, con sus iglesias, sus monasterios, caseríos, montes y molinos, crecientes en número y riqueza bajo la mano de esta gobernadora feudal, cuyos restos yacen bajo el altar mayor de la Colegiata.En tiempos de doña Sancha, el pueblo de Covarrubias accedió a los fueros como población libre y autogobernada. Los sucesivos conflictos de las ciudades libres hacen depender, desde la muerte del infante don Felipe -hermano de Alfonso X el Sabio-, a la población del infantado de la doble jurisdicción del abad de Covarrubias, que, elegido por la casa real de Castilla, y no por el pueblo, entra en contradicción con la ciudad de Covarrubias. Los fueros, muy recortados, permanecerían vigentes hasta el siglo XIX, en el que la modernidad los acomoda a la legislación general de Castilla.
Entre los principales monumentos están la Colegiata, gótica tardía, edificada sobre una primitiva iglesia visigótica del 645. El torreón de doña Urraca, en el que fue emparedada, según dice la tradición, un edificio mozárabe del siglo X; la muralla, la iglesia de Santo Tomé, del XV, y el Archivo del Adelantamiento de Castilla, del Siglo XVI.
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