Alberti presentó dos libros de Herrera Petere y Natalia Calamai
Rafael Alberti presentó el martes, en la librería Antonio Machado, dos libros bien distintos con el denominador común de la guerra civil española: el primero, Acero de Madrid, de Herrera Petere; el segundo, El compromiso de la poesía en la guerra civil española, de Natalia Calamai, ambos publicados por la Editorial Laia. Acero de Madrid, que subtituló Herrera Petere Epopeya, es una novela de guerra. Sobre ella dijo Rafael Alberti a EL PAIS: «Acero de Madrid es el libro de la defensa de Madrid y sus alrededores. En la guerra se lo premiaron y fue muy importante para nosotros. Era esa literatura de exaltación del momento, pero escrito de la manera tan particular que caracterizaba a Herrera Petere. Yo creo que tendrá éxito, porque ahora en España, en el cine y en la literatura, se están haciendo estas cosas retrospectivas, la recuperación de una época.»«José Herrera Petere -dice Rafael Alberti- era un escritor muy especial, que hizo la guerra desde el Quinto Regimiento de una manera ejemplar. Era algo menor que yo, como ocho años menor, y yo pienso que era surrealista de nacimiento. Su verdadero nombre era José Emilio Herrera, pero él se puso, para la literatura, Petere, que era el nombre que le daban en casa, el diminutivo cariñoso. Murió en Ginebra, en 1976, creo, después de ese largo exilio, primero en México, que estuvo mucho tiempo, y luego en Ginebra, trabajando en la OIT.»
«Era poeta y novelista, pero muy especial. Por ejemplo, a poco de instaurada la República, fundó una revista que se llamaba En España todo está preparado para que se enamoren los sacerdotes. Desde luego participó muy fecundamente en el romancero general de la guerra civil, escribió aquel libro, Cumbre de Extremadura, y en Ginebra ya, varias obras de teatro.» «Sus poemas eran muy graciosos, muy personales. Recuerdo uno que empezaba: "Este era un caballo / que tenía de la poesía / la misma idea que su padre"... Sí, ya sé que te suena al Caballo verde para la poesía, pero Petere lo escribió mucho antes que la revista de Neruda. Fue muy buen amigo de Neruda.»
El segundo libro, de Natalia Calamai, lleva un prólogo de José María Castellet y una dedicatoria a su marido, Nicolás Sartorius. Hay un pórtico facsimilar del propio Alberti, que dijo a EL PAIS sobre el libro: «Creo que es de los primeros que estudian, de una manera estructurada, la poesía de las dos zonas en conflicto durante la guerra civil. Estudia la poesía de nuestra generación, la de 1927, en la guerra, y luego la de los más jóvenes, y, en nuestra zona, el movimiento popular que cuajó en torno a El mono azul, y esa sección, el Romancero general. Como España hasta hablando habla en frases de ocho sílabas, el romancero funcionó como una raíz, y todas las semanas publicábamos romances, no sólo de poetas conocidos, sino de gentes de todas partes que nos los mandaban. Esta es una cosa muy importante que Natalia registra y trata de estructurar y explicar.»
Babelia
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