_
_
_
_

Un programa hispano-norteamericano investigará el castaño gallego

La Universidad gallega de Santiago de Compostela y la estadounidense de Virginia firmaron un convenio de investigación cooperativa mediante el cual se va a desarrollar el llamado proyecto III-0360, sobre la mejora del castaño. Un equipo de investigadores españoles y americanos, integrado por fisiólogos, químicos y filopatólogos, estudiará los mecanismos de rizogénesis y la resistencia de los castaños a las enfermedades de la tinta y del chancro, que causaron la destrucción masiva de este árbol gallego. El objeto de la investigación se centra en el perfeccionamiento de los actuales procedimientos de producción de castaños resistentes.

Por parte española, el equipo se propone investigar el mecanismo fisiológico e histológico de la diferenciación y formación de raíces en esquejes juveniles y el alistamiento e identificación química de los compuestos inhibidores de la rizogénesis en los esquejes adultos del castaño. Los americanos, por su parte, estudiarán el aislamiento e identificación de los compuestos químicos que determinan la resistencia del castaño a la tinta y al chancro.El director del proyecto, el catedrático compostelano Ernesto Viéitez Cortizo, destacó el hecho de que un árbol tan vinculado a Galicia como es el castaño esté siendo objeto de atención preferente en programas internacionales de investigación aplicada, mientras que en España no recibe la atención que merece. El castaño, con otras especies nobles que debieran ser incluidas en los programas de repoblación, ha sido víctima de la política desafortunada que se llevó a cabo en los montes gallegos, a base exclusivamente de pinos y eucaliptos, que originaron el deterioro ecológico y paisajístico sufrido por Galicia, a los que hay que atribuir, en buena parte, los incendios forestales de los últimos veranos, según la opinión del mismo profesor Viéitez.

Veinticinco catalogaciones

Movimientos ecologistas, investigadores y los propios vecinos de las parroquias se pronunciaron algunas veces contra el «castañocidio» que practicaron los planes repobladores gubernamentales aplicados en Galicia. No está lejos aún el tiempo en que las provincias de Lugo y Orense, sobre todo, presentaban enormes extensiones de terreno cubiertas de castiñeiros, que alimentaban amplias zonas de población y gran número de cabezas de ganado. Tal vez la última devastada, en gran superficie, fueron los valles que van desde Degrada a Piornedo, en la sierra de Ancares, cuyos árboles fueron vendidos por el marqués de Riestra por los años veinte.En Galicia existen, por lo menos, veinticinco catalogaciones de castaños distintos y más de cuarenta variedades de castañas. A finales del siglo pasado y durante el primer tercio de éste, la enfermedad de la tinta y el chancro del castaño devastaron grandes extensiones de soutos (lugar poblado de estos árboles). A esta verdadera plaga se unió la mano del hombre, que taló millares de ejemplares; al auge del precio considerable que obtuvo la madera de castaño, sin que fuera pareja una política de repoblación. El resultado ha sido que Galicia se quedó, aproximadamente, sin dos tercios de los castaños que tenía antiguamente.

Cruz Gallátegui Unamuno, un meritorio investigador que trabajó desde la Misión Biológica de Galicia, establecida en Pontevedra, consiguió en 1925 los primeros castaños resistentes a la tinta que se lograban en España, los c. sativa y c. crenata, híbridos normalmente de castaños europeos y asiáticos. Las variedades gallegas de este árbol suelen presentar escasa resistencia a la tinta.A pesar de todo, en Galicia se produce todavía una importante cantidad de castañas, cuya aportación económica es más que considerable. Gran parte de ella se exporta a Francia, Brasil, Inglaterra, Bélgica, Alemania, Venezuela, México, Checoslovaquia, Argentina, Holanda, Luxemburgo, Italia, Austria, Canadá y Estados Unidos. Cerca de 7.000 toneladas del producto salen anualmente al extranjero, por importe superior a los cuatrocientos millones de pesetas. Las exportaciones se hacen, sobre todo, de castaña en fresco, pero también de castañas congeladas, enlatadas al natural, en forma de pasta o puré, marron glacé, en almíbar o secas.

La producción anual de castañas gallegas supera actualmente las 13.000 toneladas, de las que más de la mitad salen de la provincia de Lugo; un tercio, de Orense, y el resto, de La Coruña y Pontevedra. Se contabiliza, además, una producción anual de madera de castaño cercana a los 100.000 metros cúbicos.

Los investigadores españoles María Dolores Vázquez, Adelina Vázquez, Antonio Ballester, Ana María Viéitez, María Luisa Areses y José Luis González, y los americanos Rush Elkins, Gary Grifting, Wayne Thrush y Chester Foy inician ahora, bajo la dirección de un especialista en la materia, el profesor Viéitez Cortizo, algo que debió hacerse hace mucho tiempo.

La situación en que ha estado este producto del campo gallego no es diferente a la que padecen otros productos autóctonos de distintas zonas del Estado español, que por una falta de planificación agrícola racional y coherente corren el riesgo de perderse definitivamente.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_