También esta semana

Quienes aún no hayan visto las exposiciones de Pereda y Piranesi en las salas de la Biblioteca Nacional pueden todavía poner remedio. Pocas veces tenemos ocasión de asistir, por estos parajes, a un festival barroco de tal calibre. A quien ya las haya visto, le notificamos que acaba de salir el esperado catálogo de la de Piranesi. Desgraciadamente, se trata, en lo fundamental, de una reedición del de Lafuente Ferrari, cuya anterior edición puede encontrarse con relativa facilidad. Deploramos desde aquí el que se pierda la oportunidad de elaborar una nueva monografía sobre el arquitecto veneciano (de tan pobre bibliografía entre nosotros), hecho más grave si tenemos en cuenta el ejemplo del excelente catálogo preparado por el profesor Pérez Sánchez para la exposición de Pereda.Para los nostálgicos irredentos, dos exposiciones vinculadas a aquella tercera Escuela de Madrid que agrupara, en torno a Benjamín Palencia, a gente como Alvaro Delgado, Redondela, Arias, García Ochoa, San José, Menchu Gal... La galería Felipe Santullano (Columela, 15) expone óleos de Menchu Gal. Por su parte, Frontera (Moreto, 10) nos ofrece una serie de acuarelas, tintas y dibujos de Luis García Ochoa.

En la galería Egam (Villanueva, 29) presenta sus últimos trabajos el madrileño Enrique Vara. A medio camino entre una mística rutilante a base de números y elementos, y esa otra mística glamourosa de Hollywood de los cincuenta, la visita hará las delicias de cualquier teenager de espíritu.

Hoy, en Barcelona, vuelven a la carga Arranz-Bravo y Bartolozzi, con una descomunal exposición en el Salón del Tinell, que lleva el título de Medidas universales, esto es: las medidas standard de los bastidores, en sus modalidades de figura, paisaje y marina. Al paso, la exposición de Tápies en Maegh parece especialmente recomendable.

En Madrid, otras exposiciones recomendables podrían ser la de grisallas y bronces mitológicos, de Juan Bordes, en la galería Bética (General Goded, 12), y la de dibujos de César Luengo, en Juan Mordó (Villanueva, 7). Luengo, que expone por vez primera en solitario, nos parece un asombros dibujante fascinado por la pintura inglesa del siglo XIX y un pop de corte muy elegante, a partes igual y según se mire.