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Tribuna:DIARIO DE UN SNOB
Tribuna
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La ola de franquismo que nos invade

El personal anda preocupado con la ola de franquismo que nos invade. A mí me gusta.Ayer tarde, un coche lleno de pollos pera (es como los llamaba mi abuela, y les va la esclerosis del lenguaje) se paseaba por Goya con una bandera nacional y otra de Falange ondeando al viento. Iban despacio, ignorando o entorpeciendo el tráfico. El pasado 20 de noviembre escribí aquí una columna que me salió un poco triste y pesimista. constatando o pronosticando que el franquismo era creciente. De noviembre a hoy ha crecido mucho.

Desengañado del siglo, me refugié en mi gato. Hoy, desengañado de la historia, me refugio en el hijo de aquel gato, que es un tigrecillo de un mes, rojito, qué le vamos a hacer, dado a comer periódicos (sin distinción de ideologías) e investigar picaportes. Carlos Luis nos ha hecho un hermoso soneto en prosa a mis gatos y a mí. A la viceversa, amor, aunque yo no sé dialogar con el perro. Ten en cuenta que me falta escuela primaria.

Así las cosas, viene el enteradillo del café y me dice:

-Es un escándalo. Vizcaíno Casas se ha ido invitado a ver a Pinochet.

¿Por qué es un escándalo? Suárez ha ido a ver a Castro y no es castrista. Vizcaíno me parece más coherente en sus ideologías. No así en sus pramáticas, como cuando dice «mi éxito se lo debo gracias a los franquistas».

Rosa Montero le hizo una entrevista dominical en este periódico y se le olvidó preguntarle lo único importante, hombre:

-¿Por qué no es usted escritor?

Conozco bien a Vizcaíno y se merece el éxito que ahora le ha llegado (en todas lasacepciones del verbo merecer, que también incluye la de castigo), pero " escritor, lo que se dice escritor, no es. Es otra cosa.

Yo creo que todos los escritores españoles tenemos derecho a un viaje pagado por Pinochet. en Lan-Chile o como se llame eso. Los que hemos aauantado cuarenta años a Franco, y encima escribiendo todos los días en los periódicos sobre el almendro de nata y la. llegada prematura de la primavera a Alicante, no tenemos el derecho, ahora, de hacerle ascos a Pinochet.

Siquiera como ejercicios espirituales de humildad. todos los escritores españoles mayores de treinta años debiéramos pasarnos por la Casa esa de la Moneda, en Santiago, y saber lo que es darle la mano a un dictador, mirándole a los oios, sin tener que escribir nada al día siguiente so bre el destino cesáreo de los pueblos regidos por grandes hombres a caballo.

Muchos escritores liberales de la España de hoy -y más que liberales- no podrían resistir a la mañana siguiente el tic de escribir ese artículo. Han sido cuarenta años de entrenamiento. Por otra parte, se estrenan comedias y se lanzan discos donde Franco, ese hombre, resucita antes del tercer año, como revival o como bofetada.

En un estreno parece que se ha cantado el Cara al sol, al final, en pie y brazo en alto. Yo he dicho hace poco, en Córdoba, que los españoles estamos huérfanos. Huérfanos del padre freudiano. culpable y necesario. No entrábamos en el Mercado Común, ni nos daban Gibraltar, ni había buen teatro por culpa de Franco. Eso era muy descansado. Pero seguimos sin Mercado Común, sin Gibraltar y sin buen teatro. Y, por supuesto, sin Franco. ¿Áhora qué?

Lo que tenía que hacer Vizcaíno Casas es pedirle a Pinochet, en nombre de los camisas viejas y las chaquetas nuevas, que se venga acá a regir nuestros destinos, que le necesitamos, que con un curso acelerado de sindicalismo vertical que le dé Ortí Bordás puede calzar ya mismo el brazo de Santa Teresa. De Raymond, cantante forzanovista, dice que la tele es socialista mayormente. Los periódicos épicos han subido de tirada. La ola de franquismo que nos.invade es una cosaque está bien. Ya que nos escuchan al teléfono, al menos que nos escuchen los de siempre.

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