Fidel Castro promete amplia ayuda a guerrillas de Rodesia y Namibia
El presidente del Consejo de Estado cubano, Fidel Castro, justificó ayer la presencia de tropas cubanas en Africa y prometió ayuda a los movimientos de liberación de Rodesia y Namibia, en un discurso pronunciado ayer en la inauguración de la Conferencia de Solidaridad Afro-Arabe, en Addis-Abeba.Castro, que acudió a la reunión en compañía del líder etíope, Mengistu Haile Mariam, afirmó que los soldados que había en Africa fueron enviados a petición de Gobiernos o para defender «causas justas». Al referirse a los movimientos de liberación reiteró su apoyo al Frente Patriótico Rodesiano y a la SWAPO de Namibia, y les prometió su ayuda «en la misma medida en que Cuba había cumplido sus obligaciones de solidaridad antiimperialista» en otros lugares del continente.
El líder cubano se entrevistará este fin de semana con los dos copresidentes del Frente Patriótico, Joshua Nkomo y Robert Mugabe. Manifestó que los planes angloamericanos sobre Rodesia eran neocolonialistas y predijo el triunfo final de los movimientos de liberación rodesianos y de otros países africanos.
En la actualidad hay instructores cubanos en los campamentos de Mozambique, de la Unión Nacional Africana de Zimbabwe (ZANU), que dirige Mugabe. No se tiene constancia de ello en el caso del grupo que dirige Joshua Nkomo, la Unión Popular Africana de Zimbawe (ZAPU), cuyas bases guerrilleras se encuentran en Zambia.
Fidel Castro se trasladó a Etiopía para asistir a los actos conmemorativos de la Revolución etíope, que calificó de «triunfal y heroica», y ha mantenido conversaciones con el presidente del Derg (Consejo Militar), Mengistu Haile Mariam.
Según observadores diplomáticos en Addis-Abeba, Castro intenta persuadir al dirigente etíope para que ponga fin a la guerra de Eritrea. Según esas fuentes, trataría de conseguir una solución política y no militar al conflicto, en base a la autodeterminación del pueblo eritreo, dentro de un marco que salvaguarde la unidad de Etiopía
En los discursos conmemorativos de la revolución etíope, Mengistu se refirió, en presencia de Castro, a la ayuda que cubanos y soviéticos prestaban a los etíopes en la guerra de Eritrea, confirmando, por primera vez de manera oficial, la presencia de cubanos en los combates que han permitido a los dirigentes de Addis Abeba recuperar gran parte del territorio ocupado por los guerrilleros.
La Habana se había mostrado, meses atrás, reticente a que sus tropas fuesen empleadas en la lucha de Eritrea y preconizó una solución política al conflicto.
Hasta fechas recientes, Cuba había sostenido a uno de los movimientos eritreos, el Frente Popular de Liberación. Los dirigentes de La Habana, al finalizar la guerra del Ogaden, se manifestaron reacios a que sus tropas fuesen utilizadas como punta de lanza en Eritrea. Esto motivó fricciones con los líderes etíopes, agravadas por las presiones cubanas para que el actual régimen militar etíope diese paso a un sistema político basado en una organización de masas de carácter marxista-leninista.
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