La Asociación de Cineastas Vascos convoca un festival infantil
Estimular la creatividad infantil antes de que se pierda en la larga noche escolar es el objetivo que persigue la Asociación de Cineastas Vascos al convocar el primer festival de cine hecho por niños. Los certámenes de cine infantil casi siempre están concebidos desde perspectivas adultas y a menudo paternalistas. José María Clavel, promotor del festival, ha creído que ya es hora de dejar que sean los propios niños los protagonistas, los que colan la cámara y nos cuenten a los demás el mundo que ven.
El proyecto surgió en los Encuentros de Cine Vasco celebrados el pasado mes de febrero en San Sebastián. Dos películas presentadas por los alumnos de la Ikastola Olabide, de Vitoria, fueron el punto de arranque. «Pudimos comprobar algo que ya sospechábamos: que los niños tienen muchas cosas que contar y que son capaces de captar detalles expresivos que los mayores no vernos.»
« Los psicólogos parecen estar de acuerdo -añade Clavel- en que la expresividad del niño está a flor de piel hasta los diez o doce años y que a partir de esa edad se amortigua en un contexto escolar que sólo valora el triunfo, el ser el primero de la clase. Nosotros pretendemos ofrecerle una plataforma para que esas dotes creativas no sólo no se pierdan, sino que se desarrollen.»
Dentro de este marco resulta obvio que el festival no tendrá carácter competitivo. La dirección aarantiza, por otra parte, que todas las películas recibidas antes del 15 de diciembre, en cualquiera de los formatos de ocho milírrietros, serán proyectadas dentro del Salón de la Infancia, que se celebra en San Sebastián la última semana del año y la primera del próximo. Las películas deben ser remitidas a la Asociación de Cineastas Vascos (Centro de Atracción y Turismo, San Sebastián).
Los organizadores hacen un Ha mamiento a padres y profesores para que cedan a los niños unas cámaras que en gran parte no se usan. No creen que la técnica cinematográfica sea un obstáculo serio dada la automatización de los equipos más sencillos y, en todo caso, están dispuestos a dar cursillos o instrucciones por correo.
El festival no tiene tope de edad «Nostros convocamos a cuanto tengan mentalidad de niños.» Inicialmente se cita a los chavales que residen en Euskadi, pero les gustaría recibir también películas de otras zonas. «Nuestro propósito es el de ampliar los horizontes del proyecto, de modo que el mundo creativo del niño se enriquezca con las aportaciones de otros pueblos.»
Como premio común para todo los participantes, un dibujo del es cultor vasco Néstor Basterretxea, la proyección de la película y rollos para seguir filmando. El objetivo es «que la competitividad no ahogue las dotes expresivas del nifio.»
