Policía: imagen nueva, caras viejas
«Los policías deben ser estrictamente funcionarios "profesionales": es decir, neutrales, asépticos. Sin embargo, la profesionalidad así entendida es un arma de doble filo. Es conocida aquella teoría de un célebre comisario franquista fallecido no hace mucho. Solía decirles a los demócratas en los calabozos dictatoriales: "Desengáñese usted, yo hice este trabajo con la República, lo hago con Franco y lo haré con la Monarquía."Pues bien, no. No parece lógico que el responsable de la represión en un régimen dictatorial siga ejerciendo sus funciones bajo la democracia. Primero, porque políticamente resulta inaceptable. ( ... )
El puesto de jefe de información de la policía ocupado por el comisario Conesa -personaje condecorado por acciones poco aclaradas hasta ahora- es un ejemplo de la teoría expuesta más arriba. Cuando en el Congreso se discutía hace días la aprobación de la ley Antiterrorista, la sombra de la represión franquista planeaba sobre el hemiciclo. Muchos de los diputados presentes habían tenido «tratos especiales» con el comisario en los tiempos anteriores. Saber que estaban aprobando una ley útil no debía eximir a algunos congresistas de un cierto escalofrío al comprobar que el encargado de ejecutar aquello iba a ser precisamente, el "viejo conocido" de la Puerta del Sol.
Martín Villa ha intentado en los últimos tiempos cambiar la imagen de la policía y, por supuesto, variar los métodos. Pero hay personajes demasiado significados que. mantenidos en sus puestos. quitan verosimilitud al intento. Una nueva imagen de la policía pasa, sin duda, por la destitución de determinados elementos que, en un cambio político más radical hubieran sufrido peor suerte.
En la situación actual no se trata. evidentemente, de dar un vuelco a todo un cuerpo discutido. Pero entre la vuelta de la tortilla y la permanencia de los mismos protagonistas con idénticos cargos media un abismo. El abismo entre lo creíble y lo sospechoso. Hay imágenes que aplastan. La de Conesa es una de ellas.
¿Qué hipotecas pesan aún sobre Martín Villa? El ministro del Interior debe saberlo mejor que nadie. Este tipo de hipotecas mal asumidas, en los momentos democráticos que vivimos, son de las que conducen al desahucio. La credibilidad democrática exige posturas claras. La ambigüedad está convirtiéndose en un mal endémico de las horas actuales. »
5-11 agosto
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