Cien millones de soviéticos perecerían en caso de una guerra nuclear con Estados Unidos

El sistema soviético de defensa civil contra un ataque atómico no podría impedir la muerte de más de cien millones de personas en caso de una guerra nuclear con Estados Unidos, afirma un informe de la agencia central de espionaje norteamericana (CIA) hecho público ayer.

El senador John Culver, demócrata por lowa, distribuyó el documento de la CIA y manifestó que los soviéticos no pueden tener confianza en su programa de defensa civil a la hora de emprender una guerra nuclear contra Norteamérica. En algunos medios políticos de Estados Unidos se piensa que la existencia de tal programa podría ser un factor decisivo para que Moscú se arriesgara a emprender un ataque atómico.

Más posibilidades para la URSS

Según la CIA, los soviéticos pueden proteger en refugios antinucleares a unas 110.000 personas, lo que supone virtualmente la seguridad de los cuadros y dirigentes a todos los niveles, así como entre un 12 y un 24% de las industrias clave y la fuerza de trabajo. Sin embargo, prosigue el informe, en caso de una conflagración atómica con Estados Unidos, se producirían más de cien millones de bajas en la URSS.

La evacuación de las grandes ciudades soviéticas después de una alarma atómica tardaría en efectuarse una semana, añade el estudio de la CIA, que, por tanto, resta importancia a las pretensiones de los dirigentes rusos de que su programa de defensa civil «mejora las posibilidades de la URSS de sobrevivir después de una guerra nuclear».

En los últimos años, Moscú ha gastado en su sistema de defensa de la población civil veinte veces más dinero que Washington, lo que ha motivado cierta inquietud en determinados sectores de Estados Unidos que piensan que, incluso con un equilibrio en las armas atómicas, la URSS tendría ventaja, al estar más preparada para resistir un ataque.

El senador Culver, que se opone a la puesta en práctica de un sistema similar en Estados Unidos, anunció que el Pentágono está pensando cuadruplicar sus gastos en el programa de defensa civil, y advirtió sobre lo inconveniente de un programa acelerado, que podría carecer de efectividad.

Mientras que los defensores de una mayor inversión en el sistema de defensa civil señalan que ello tendría efectos disuasorios sobre los rusos a la hora de pensar en un ataque atómico, los que se oponen a tal programa creen que el hecho de que las dos superpotencias cuenten con sistemas de defensa civil haría más fácil la tentación de desencadenar una guerra.

Mayor inversión

El presidente Carter se ha manifestado a favor de un programa de defensa civil y de la creación de una agencia federal para encargarse del mismo en vez del Pentágono. Estados Unidos gasta ahora unos cien millones de dólares al año en el mantenimiento de los refugios atómicos que fueron construidos en su mayor parte en los primeros años sesenta, pero las inversiones en este campo han ido decreciendo en la última década.

Al hacer público el informe, el senador Culver pidió una revisión de los esfuerzos norteamericanos en defensa civil con el objeto de que sea reforzada y mejorada. Sin embargo, afirmó que los programas soviéticos «no son suficientes para romper el equilibrio estratégico», y advirtió contra el comienzo de «un programa de choque que signifique un cambio radical en nuestros planes actuales».