Piden doce años de trabajos forzados para el disidente soviético Orlov
La vista del proceso contra el disidente soviético Yuri Orlov, concluyó ayer con una petición delinteresado de «tolerancia ideológica» y con la petición del fiscal de que se le imponga la pena máxima de doce años en un campo de trabajo y deportación.El tribunal de la ciudad de Moscú, compuesto de un juez y dos «asesores populares», tiene previsto dictar sentencia el jueves, concluída la vista, que ha durado tres días y en el curso de la cual no se permitió a Orlov presentar testigo de descargo.
La esposa de Orlov declaró a periodistas occidentales y a varios compañeros de Orlov que el fiscal había solicitado siete años de internamiento en un campo de trabajos seguido de cinco años de deportación dentro del territorio de la URSS.
Orlov, de 53 años, fundador de la organización que vigila el cumpl¡miento por los soviéticos de los acuerdos de Helsinki sobre derechos humanos, estaba acusado de propaganda y agitación antisoviética.
Sólo se permitió la entrada a la sala de audiencias a la esposa de Orlov y a los dos hijos de éste, en un anterior matrimonio. La sala estaba atestada de espectadores hostiles y las autoridades soviéticas habían dicho que se trataba de un juicio público.
La esposa de Orlov dijo que a pesar de resistirse, tres hombres y tres mujeres la desnudaron y registraron antes de permitir que saliera del juzgado, convocado en un edificio de ladrillo blanco de la periferia de Moscú. Al parecer, buscaban notas que pudiera tratar de sacar ocultamente.
El hijo mayor de Orlov, Dimitri, de veinticinco años, manifestó a los corresponsales que los espectadores insultaban a su padre, llamándole «traidor», «espía» y gritándole «no nos hables de honradez, háblanos de tu crimen».
El fiscal y el juez interrumpieron los intentos de Orlov de defenderse de los cargos de calumniar al Estado soviético cuando decía que eran ciertas las acusaciones contenidas en los documentos del grupo de Helsinki, dijo Dimitri.
Orlov mantuvo que tenía derecho a suscitar cuestiones ideológicas en su defensa porque las tres cuartas partes de las conclusiones definitivas del fiscal eran políticas, añadió Dimitri Orlov.
Las conclusiones del fiscal, dijo Orlov, han sido «un modelo de intolerancia ideológica y eso es peligroso practicado en un escalón de la sociedad en su conjunto e, inevitablemente, conduce a la paralización cultural».
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