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Brejnev, optimista sobre el futuro de Berlín

En su segunda conversación con el canciller Schmidt, el jefe del Estado y del Partido Comunista soviético, Leónidas Brejnev, insistió ayer en que la URSS y -Estados Unidos deberían renunciar de común acuerdo a la producción y tenencia de la bomba de neutrones. Según el portavoz del Gobierno federal, Brejenev ha reflejado en su conversación con Schmidt el futuro de Berlín «con tonos optimistas».

Esta impresión, el reconocimiento por los soviéticos de la necesidad de una comisión mixta para el estudio del régimen de compensaciones en el sistema comercial germano-Soviético y una serie de críticas contra la presencia de Brejnev en Bonn, y su significado, han caracterizado la segunda jornada del presidente de la URSS en la RFA.Expertos soviéticos en telecomunicación instalaron, días atrás, una central de quince toneladas en los sótanos de Gymnich, residencia de Brejnev, a unos cuarenta kilómetros de Bonn. Entre los servicios que se han conectado a este control neurálgico se incluye el teléfono rojo, del que Brejnev se mantendrá desconecta do, por primera vez desde que es primer hombre de la URSS, cuando parta hoy hacia Hamburgo, en un avión de las Fuerzas Aéreas ale manas, invitado por el canciller Schmidt, a su casa particular. A Brejnev le esperan en la ciudad hanseát'ica nuevas oleadas de manifestaciones, encabezadas por maoístas y ultraconservadores.

Las protestas, las peticiones pro derechos humanos y la debilitada salud del jefe del Estado soviético, parecen ser las razones por las que Brejnev se mantiene prácticamente aislado en el castillo de Gymnich.

A doscientos metros de la Cancillería, el general soviético disidente Grigorienko ha ampliado en conferencia de prensa, lo que no pudo o no quiso concretar en la manifestación y marcha de silencio del día anterior.

Los empresarios alemanes, alerta

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Este clima parece formar parte de un plan más amplio orientado a convencer a Brejnev de que sin concesiones con lo económico, esta visita no será precisamente un éxito para nadie. "Para nadie", quiere en Bruselas sospechan que los acuerdos económicos que se firmarán en Bonn con vistas al menos para los próximos veinticinco años, se han adoptado a espaldas de la CEE y recuerdan a otros pactos germano-soviéticos anteriores, incluso a la Constitución de la propia República Federal de Alemania .

Los dos artículos más importantes publicados en la prensa de la República Federal de Alemania al filo del segundo día de la estancia de Brejnev en Bonn, ofrence una rara coincidencia: no nombran al huésped y sí hablan extensamente del anfitrión y del padrino de América. Paia los dos periódicos que incluyen sendos comentarios Frankfurter Algemeine y Die Welt, parece que la visita del jefe del Estado y ciel partido soviético a Bonn tiene más de ocasión para meditar que de encuentro para negociar, aunque éste sea el primer objetivo pragmático que persiguen los propios grupos económicos cuyos intereses defienden los dos diarios conservadores citados. Según el ffiario de Frankfort, que titula su artículo de primem página «Washington y Bonn», «ha llegado el momento de terminar con los malentendidos entre ambos». Objetivo de esta reconciliación: «Hacer el vacío a quienes cren sigilosamente que la salvación puede venir del Este.» Para el Frankfurter AIlgemeine, «ni la tensión en tomo a la política nuclear de Carter, ni las diferencias sobre el comportamiento del dólar o sobre el comportamiento del dólar o sobre los métodos para superarse la inflación y la recesión, son suficientemente importantes como para endemoniar la situación». El periódico conservador conmina a los alemanes a no perder de vista que, por encima de todo, «la seguridad de la RFA depende de la credibilidad de la protección nuclear americana, de la eficiencia de su poder disuasorio».

Die Welt, de la cadena Springer, prefiere ver la estancia de Brejnev en Bonn como una prueba de que Helmut Köhl, jefe de la Democracia Cristiana, no puede ser «director de la orquesta opositora, por que no conoce la técnica de cada solista».

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