Del Día del Libro en Barcelona

Contra todo pronóstico, y pese a la huelga de artes gráficas, apareció ya el libro de Fernando Savater Panfleto contra el todo, premiado con medio millón de pesetas, del Grupo Mundo. Su autor fue una de las estrellas del Día del Libro de Barcelona, y cuentan las crónicas que por la caseta pasó, en su visita anual y fija, el duque de Alba. Cuentan también que una señora reconoció a Jesús Aguirre y se presentó a saludarle. También conoció a su acompañante, Carlos Barral. El tercero del grupo, José María Castellet, la saludó como un amigo.Otra gran sorpresa de habla castellana, en la feria barcelonesa, es la edición de la poesía catalana completa de Pere Gimferrer (Colección Visor de Poesía), que reúne los libros escritos en aquella lengua, autotraducidos por el que, seguramente, es urio de los poetas más sólidos de su, generación, y desde luego, el más importante de los catalanes. El libro, que constituye un pilar de la nueva estética, permanece en Madrid con una extraña virginidad de crítica, seguramente porque los que ofician ese duro trabajo andan todavía perplejos.

En traducciones, otra más, esta vez de Bruguera: Delta de Venus, relatos eróticos de Anais Nin, que eran casi desconocidos. A la sombra vitalista y terrible de Henry Miller, alguno de estos cuentos ocurre en Deiá, la mitológica aldea mallorquina, por la que pasan y han pasado generaciones enteras de escritores; con vocación de ermitaño, y que ahora es la escena y la esperanza de los paseos de Robert Graves, alto y despistado, a la búsqueda de mitos y dioses. Por cierto que, según el agente de Graves - una multinacional inglesa de los derechos de autor -, Alianza Editorial ha comprado los de bolsillo del Yo Claudio y Claudio el rey, cuya serie televisiva comenzará a pasarse, en breve, por la pantalla de televisión.