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Comercio autorizó la importación de leche en polvo sin consentimiento de Agricultura

El Ministerio de Comercio ha autorizado importaciones de leche en polvo sin el consentimiento del Ministerio de Agricultura ni el informe previo preceptivo del Sindicato Nacional de Ganadería, e incluso con informes negativos de ambos organismos. Unos documentos confidenciales reproducidos por Hoja del Lunes de Santander, demuestran también que en 1975, un año después de que los precios internacionales de la leche en polvo sufrieran un considerable descenso frente a los nacionales, entró en España el 600% de toneladas más que el año anterior.

También se informa de una encuesta realizada aquel año entre varias industrias lácteas nacionales dedicadas a la fabricación de productos de alimentación, que reconocen no haber comprado en los últimos seis meses materias primas españolas. El informe confidencial de los industriales lácteos a que se hace referencia termina protestando ante las autoridades responsables y preguntándoles cómo no va a haber excedentes si se permiten esas anomalías y unos precios tan distantes. Se recuerda que, en 1975, el precio del kilo de leche en polvo de importación llegó a estar a doce pesetas de media del año, diecisiete pesetas, mientras que el mismo producto nacional nunca bajó de las 137 pesetas el kilo, precio de costo.Por otra parte y en relación con la desaparición de miles de toneladas de leche en polvo destinadas al consumo animal y derivadas hacia el consumo humano, el presidente de la Comisión de Agricultura del Congreso, Justo de las Cuevas, declaró ayer que está «convencido de que las derivaciones han existido en grandes cantidades y regularmente en los últimos cuatro años». El diputado santanderino, que ya había denunciado este fraude cuando ocupaba la presidencia de la Cámara Sindical Agraria, no descartó, a preguntas del corresponsal de EL PAIS, que el fraude alcanzara a miles de millones de pesetas de beneficio. «A mi juicio -añadió- sería una buena medida que se nombrara un juez especial para que se haga cargo de la investigación y el peso de la ley caiga sobre los culpables.» El PSOE, la Asociación para la Defensa de los Intereses de Cantabria (ADIC) y él Partido Regional Conservador, además de los sindicatos ganaderos AIGAS UGAM y Democrático han enviado notas a la prensa exigiendo que se descubra a los culpables.

Otros documentos que ayer aparecieron en Hoja del Lunes demuestran que varias industrias españolas de alimentación, especialmente chocolateros, recibieron grandes partidas de leche en polvo en los últimos años de Bélgica, de Francia y de Polonia, además de las ingentes cantidades llegadas de Nueva Zelanda y Canadá. Concretamente, Chupa-Chups importó de Francia diversas partidas en los seis primeros meses de 1976 (total, 154.000 kilogramos), y otro tanto hicieron, por ejemplo, Chocolates Olla, Alcísa, Specilait, etcétera. Otra industria, Samalli, SA, importó en la cuarta semana de junio del mismo año 200.000 kilogramos de leche en polvo procedente de Polonia. Se sabe también que en el puerto de Santander han entrado barcos cargados de leche en polvo cuyo destino de origen eran otros países. Miguel Guerra ha denunciado ahora que en 1968 (año en que este líder ganadero de Torrelavega intentaba ganar las elecciones a procurador en Cortes por el tercio familiar en competencia con un conocido consignatario montañés), siguió la pista de un barco con bandera griega que entró en Santander con 5.000 toneladas de este producto destinadas a Bulgaria y no se sabe por qué motivos descargadas y despachadas aquí con destino a una sociedad anónima madrileña de la que formaba parte, entre otros, Martín Sanz, más tarde consejero del Reino.

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