El general soviético Grigorenko pide y la intevención de los PC occidentales
En las últimas horas se han producido tres apelaciones en favor de los derechos humanos dentro del bloque socialista: en la URSS, Yugoslavia y Checoslovaquia. A su vez, se observa una actitud más conciliadora en la RDA respecto de quienes se solidarizaron con el cantante Biermann al quedar privado de la nacionalidad germano-oriental a finales del pasado año.El general Grigorenko ha pedido a los Partidos Comunistas europeos que exijan al Gobierno soviético el cese de la represión contra el movimiento de defensa de los derechos humanos. Según se observa, esta es la primera vez que un disidente soviético emplea el concepto movimiento para definir la corriente crítica de su país. En su nota, el general, retirado del servicio activo, insiste en que, en la URSS, los comunistas sonperseguidos como en cualquier paísfascista y cita los últimos casos de detenciones: las de Ginzburg y Rudenko, este último expulsado, del PC soviético en 1970 y poco después de la Unión de Escritores.
En Yugoslavia, el ex vicepresidente de la República, Milovan Djilas ha lanzado otro llamamiento dirigido a los Gobiernos del este europeo y a los partidos comunistas del Oeste para que pidan la liberación de seiscientos presos políticosque aún permanecen detentidos en las cárceles y ugoslavas.
En ningún otro país socialista ha habido nunca tantos presos políticos como en mi país desde el comienzo de esta década. El número de éstos es proporcionalmente más elevado que en la propia URSS -añade el antiguo compañero de armas del mariscal Tito- En la Unión Soviética, país que cuenta con unos 250 millones de habitantes, hay 10.000 presos condenados por razones ideológicas, según Sajarov. De informaciones oficiales recientes, concretamente unas declaraciones del fiscal del Tribunal Supremo de Belgrado, Gucetic, se desprende que la «criminalidad política» ha disminuido en el país de un la un 0,5 % entre 1972 y 1975. Sin embargoel subsecretario del Ministerio de Justicia, Cotic, ha citado no hace muchos días la cifra de 458 juzgados por razones políticas en 1974, a los qúe habría de añadirse quienes han comparecido desde entonces. Finalmente, el ministro del Interior, Herilevich, habló en el pasado mes de julio de la existencia de trece grupos Ilegales, con un total de 237 miembros, identificados durante los dos últimos años. No todos los detenidos figuran en sectores socialistas críticos: desde septiembre de 1974 hasta ahora han sido condenados a penas de cárcel de sesenta prosoviéticos, al igual que otros profascistas croatas y algunos autonomistas albaneses.
Corroborando la observación de Grigorenko respecto de la actitud de los comunistas críticos soIviéticos, Djilas añade que la mayor parte de los comunistas yugolsavos son como él, decididos partiadarios del respeto más escrupuloso a los derechos humanos en su pais.
Jiri Hajek, portavoz de Carta 77 pide que el Gobierno respete sus propias leyes. Este mismo Gobierno, que firmó en 1975 la Convención de los Derechos Humanos de la ONU, publicó et texto de la declaración un año después en el Boletín Oficial del Estado. Nosotros sólo reclamamos que se apliquen los compromisos contraídos, subraya Hajek, que también recalca que se siente comunista, a pesar de haber sido excluido del PC de su país. En Praga se dice, respecto de Carta 77, que el número de firmas al pie de este manifiesto se elevaya a másde 470.
Mientras la revista Política Exterior Alemana (RDA) califica de intromisión de Occidente en cuestionespeculiares de otrospaíses, refiriéndose a la actitud de los medios de información del mundo capitalista, se observa una actitud más abierta respecto de ciertos escritores críticos. La Asociación de Escritores de la RDA ha permitido la inclusión en su,órgano oficial Nueva Literatura Alemana del mes de febrero de varias colaboraciones firmadas por autores que se solidarizaron en su día con el cantante Biermann.
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